Esta nueva payasada del régimen que la presentan como una propuesta de reforma del poder judicial, que es la sexta que se lleva adelante en estos veintidós años de dictadura, carece de características fundamentales de un poder judicial al servicio del estado de derecho como lo son el ser independiente y autónomo, como bien lo ha constatado la mayoría de los informes que han evaluado el funcionamiento del sistema judicial venezolano a la luz de los hechos ocurridos en el país; es decir, cada 3 años y medio, aproximadamente, se ha realizado una «reforma judicial» y cada una tras otra ha sido un fracaso institucional, pero con intenciones totalitarias para controlar el mismo y ponerlo al servicio de sus intereses políticos sin importar si administran justicia o no.& ;
Esto lo hemos denunciado en forma permanente y ha sido constatado por la oficina de la alta comisionada para la defensa de los derechos humanos Michael Bachelet, quien en el último informe de actualización presentado el 5 de julio de este año señalo que en Venezuela se continúan violando en forma flagrante los derechos humanos de los ciudadanos al constatar la detención de personas sin mediar orden judicial o haber sido sorprendidos en flagrancia; irrespeto a las órdenes judiciales de libertad por parte de las autoridades penitenciarias, lo cual en vez de ser rechazado por los jueces es aceptado vergonzosamente por la autoridad judicial y hacinamiento en cárceles y retenes policiales que llegan a 22.500 detenidos preventivamente, lo cual triplica la capacidad de esos sitios de reclusión. Señala el informe de la alta comisionada esta expresión lapidaria: «desafíos estructurales previamente identificados por el ACNUDH continuaron minando la independencia del poder judicial, del ministerio público y de la defensoría del pueblo» es decir, en Venezuela no hay estado de derecho.
De manera que de esta pretendida reforma del poder judicial no podemos esperar sino que se convierta en un nuevo golpe de estado para la democracia porque de su coordinador no podemos esperar nada que guarde relación con libertad y democracia, ya que ha demostrado palmariamente como manipula el poder judicial para violar los derechos humanos y si no lo quieren creer allí están las decisiones del TSJ que lo han favorecido en los antejuicios de mérito en su contra por corrupción o el juicio contra el Diario El Nacional.& ;
Escrito por: Guillermo Palacios
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