LA PRENSA DE LARA.- Hay quienes les place mentir. Se acostumbran a ir diciendo de sitio en sitio cualquier invento para que las mentiras se parezcan a la verdad. Se hace tan evidente que ya no les importa. Saben que lo que están diciendo es una falsedad pero para quienes mienten es una verdad y poco a poco se van desvaneciendo hasta quedar inundados por el estiércol del engaño.
Estos días son propicios para aquellos que mienten porque se pueden esconder por algunos momentos en las caretas de la hipocresía. Lo claro de todo esto es que al final llega lo cierto, porque la autenticidad se puede evadir o esconder con excusas, por algún tiempo, pero las mismas se agotan y surge la verdad. Existen en estos momentos cualquier clase de motivaciones que inducen a los funcionarios públicos de cualquier nivel a inventar excusas para tratar de justificar el fracaso en las políticas que han ejecutado a lo largo de estos veinticinco años de ejercicio en el poder. La impunidad se ha hecho una práctica constante y permanente que se ha convertido en una faceta de la mentira. La corrupción ha sido un elemento constante de discusión para tratar de imponer las falsedades a las cuales nos quieren acostumbrar.
Lo que ocurre es que las realidades, que son las verdades, se interponen en el camino de las mentiras porque para quien diga que la energía eléctrica se interrumpe por las iguanas o por los saboteos, queda ante los ojos de millones de personas como un cínico. Nadie va a creer, ni siquiera sus adulantes, algo que diariamente ocurre y que está comprobado que es por la corrupción, falta de inversión y mantenimiento. Igual podría evidenciarse estas prácticas engañosas cuando el funcionario mantiene y sostiene que el problema del suministro de agua se ha mejorado, ya que lo que siente la población es que se ha retrocedido porque no hay suficiente agua almacenada.
Nada más patético lo ocurrido en el inicio del año en relación con la epidemia de malaria o paludismo en la comunidad de Sicare, municipio Torres de nuestro estado. Fueron largando mentiras y falsedades pero la realidad la viven los habitantes de esa población que requieren atención adecuada para combatir esta enfermedad que ya había sido erradicada en el país.
Cuantas caretas necesitará un régimen que anda de mentira en mentira para tratar de justificar su incompetencia y la corrupción que han sido ejes fundamentales de este ejercicio gubernamental. Las han pretendido disfrazar de motores pero los mismos no han encendido.& ;
Escrito por: Guillermo Palacios& ;
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