LA PRENSA DE LARA.- La persecución, el acoso, intimidación, detención, tortura, tratos crueles, descalificación y demás formas de represión y de terror para tratar de inhibir a los opositores al régimen de Nicolás Maduro a que manifiesten, denuncien, reclamen o visibilicen los graves problemas que hay en Venezuela y que se han convertido en una crisis humanitaria de proporciones inconmensurables, han sido los métodos y mecanismos utilizados para tratar de asfixiar las voces sobre las continuas y permanentes exigencias, al no poder dar repuesta a los problemas de orden social y económico que existen en el país, producto de la corrupción, el narcotráfico, la explotación ilegal de los minerales, el lavado de dinero y el fomento de burbujas económicas para generar falsas impresiones sobre el desarrollo económico del país.
Esto que señalamos ha sido constatado por organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la defensa de los Derechos Humanos; la misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela y la Corte Penal Internacional que han realizado investigaciones exhaustivas, llegando los dos últimos a precisar en sus informes la sospecha bien sustentada bajo el criterio de «motivos razonables para creer» que hay responsabilidad de quien ejerce la Presidencia de la Republica y otros altos funcionarios en la ejecución de estos hechos calificados como delitos de lesa humanidad, ya que han sido practicas recurrentes y con patrones bien definidos dirigidas contra la población civil opositora o aparentemente opositora, procurando el exterminio de la misma.& ;
Para el logro de estos objetivos crueles las fuerzas de seguridad han recurrido a métodos inhumanos como la aplicación de corriente eléctrica, asfixia con bolsas de plástico, simulacros de ahogamiento, palizas, violencias sexuales, privación de agua y comida, posturas forzadas y exposición a temperaturas extremas, ubicación en «casas de seguridad» para extraer información y confesiones e intimidar y sancionar a las personas detenidas.& ;
Ni el Ministerio Publico ni los Tribunales han investigado con prontitud, efectividad, exhaustividad, independencia, imparcialidad y transparencia las denuncias de torturas y malos tratos, incluyendo casos de violencia sexual y de género. Es decir son cómplices de la ejecución de estos delitos y de la existencia de «CASA DE LOS SUEÑOS» que son cuarticos de 2 x 2 para desmoralizar los detenidos.
Por: Guillermo Palacios
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