viernes, 22 noviembre 2024
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¿Quién defiende la soberanía territorial?

Todos los venezolanos hemos escuchado en cada discurso de la coalición de poder encabezada antes por el expresidente Chávez y ahora por Nicolás Maduro la expresión «defensa de la soberanía». Pero después de varias semanas de enfrentamientos en el estado Apure pareciera que dicha expresión queda hueca entre la poca capacidad operacional de las fuerzas armadas, la displicencia de la gestión central y la ausencia de unidad nacional para defender el territorio.

La primera alarma fue el movimiento de venezolanos (desplazados) cruzando el rio Arauca con dirección a tierras colombianas para protegerse de los enfrentamientos entre la FANB y los irregulares que hasta el día de hoy siguen su curso de acción y el saldo es muy negativo para los nuestros.

En los últimos días hemos presenciado el trato tan burdo (por no decir otra cosa) que han tenido los actores políticos de nuestro país – indistintamente del lado de la historia que se encuentren – y del gobierno del presidente colombiano Iván Duque. Este último, aseveró que la condescendencia de la revolución bolivariana con sus aliados guerrilleros le están pasando factura.

Por otro lado, la respuesta de Maduro no podía ser otra que «están conspirando desde Colombia para desestabilizar la paz de la revolución bolivariana y el pueblo venezolano».

En una tercera banda Juan Gerardo Guaído Márquez hace una rueda de prensa para lanzar acusaciones al gobierno que declara usurpador y (de nuevo) enviar un mensaje a los militares venezolanos para que se pongan de lado de la constitución y depongan a Nicolas Maduro.

Como podemos observar, cada declaración es muy del estilo al que nos tienen acostumbrados esta manada de ________ ponga usted el nombre que le parezca propio.

Nosotros aquí, nos disponemos a ver el escenario de la forma mas desencarnada posible, atendiendo al contexto de la zona y evitando en la medida de lo posible los «rechazos categóricos» y «apoyos contundentes» que salen de los discursos políticos.

Lo primero que debemos tener en cuenta son los intereses y trataremos dejarlos en evidencia con una pregunta sencilla:

¿Por qué es interesante ese territorio para la guerrilla?

Atrás quedo la ideología y los sueños de liberación que «motivaron» a estos personajes para conformarse como guerrilla en el vecino país, la realidad es que la «disidencia armada» es un gran negocio que permite mantener actores poderosos alineados con estas «ideas revolucionarias».

En la frontera venezolana con Colombia se vive una situación de abandono institucional de ambos gobiernos, expresión de ello es que la mayoría de las habitantes de estas zonas tienen doble documento de identidad lo que les permite comerciar entre los dos países. Allí la clave, donde hay actividad comercial informal, hay incentivos para que estos grupos irregulares actúen cobrando peajes y vacunas a las personas y además defiendan ese territorio como propio con las «herramientas» que tengan a la mano.

Puede parecer poco, pero en algún momento, por allá en la década de los ´90 cuando las relaciones bilaterales colombo-venezolanas eran medianamente institucionales el intercambio comercial alcanzaba la cifra de 8 mil millones de dólares anuales.

Hoy ese intercambio se lleva a cabo informalmente, seguramente la suma del intercambio es menor, pero sin instituciones que regulen la actividad sirve para que actores civiles, militares y paramilitares vean el todo como un gran botín.

Además, ese espacio territorial les ofrece toda la seguridad requerida para llevar adelante otros emprendimientos que son inherentes al ejercicio del buen guerrillero del siglo XXI.

Es menester tener en cuenta, que la falta de capacidad institucional de ambos gobiernos ofrece todas las posibilidades para que este tipo de economía extorsiva tenga lugar y se exprese a lo largo y ancho de la frontera con dividendos muy interesantes para quienes controlan el territorio fuera de la institucionalidad y dentro de ella también.

En este punto, podemos entender que el control del territorio ofrece ventajas económicas que van a ser defendidas a capa y espada por los actores interesados.

Lo demás son disfraces ideológicos, políticos y comunicacionales que les sirven a los actores del establishment para evitar responsabilidades inherentes al ejercicio de sus funciones.

¡Y lo peor del caso es que hay gente que les cree!

La segunda pregunta lógica es: ¿Estaría dispuesto usted a defender la soberanía del territorio o el negocio de su vida?

De acuerdo a su respuesta podrá tener una dimensión del país que tenemos.

Escrito por: Doriam González (Politólogo)

Twitter: @doriam_gon

Instagram: doriam_gon

 

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