Preocupa lo expresado por los principales voceros del régimen al definir en términos fascistas el concepto de «enemigo interno», aplicable a todo aquel que disienta del mismo y traigo a colación la opinión de la Dra. Marta Valiñas Presidenta de la Misión Internacional independiente de Determinación de los Hechos en Venezuela al sostener en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU lo siguiente: «parece ser cada vez más amplio el concepto de enemigo interno en Venezuela», palabras que han sido ratificadas por los hechos que ocurren en el país, porque ya no se trata del acoso a los dueños de medios de comunicación para imponer una hegemonía comunicacional; es a los trabajadores a quienes persiguen, calumnian, les fabrican expedientes y son detenidos arbitrariamente y decomisan sus equipos de laborar.
Clausuraron el diario panorama; bloquearon los portales digitales tal cual, efecto cocuyo y caraota digital; decomisaron los equipos de la televisora digital VPI y sabotearon las radios de fe y alegría, en contravención flagrante del Derecho Humano a la libertad de información y expresión.
Es de esta manera, creando «enemigos», que a este régimen venezolano así se le pretenda disfrazar de revolucionario, le llego el estado de descomposición porque ha pretendido disfrazarse de socialista siendo en verdad un régimen totalitario, autoritario, fascista y corrupto. Aunque pretenda endilgarle al adversario lo que es, resulta imposible que oculte el deterioro institucional, el mantenimiento de grupos anárquicos parapoliciales que viven en las oscuridades de la delincuencia; menos aún pueden disimular sus cúpulas gubernamentales el abultamiento de cuentas bancarias y el aumento desmesurado de sus niveles de vida que han hecho a costa del erario público.
En todos los niveles de los espacios gubernamentales se siente como el facilismo y la corrupción han hecho del hombre nuevo un afodio que sólo puede alimentarse del estiércol gubernamental. Sólo un ingenuo no percibe que los altos mandos de las Fuerzas Armadas han dirigido sus tentáculos hacia todos los ámbitos de la administración para ejercer el control de la sociedad y convertirla en un aparato de propaganda al estilo de la dictadura nacional socialista alemana. Ni se diga del sometimiento de los medios de comunicación a una política hegemónica que conlleva a la mordaza y la oscuridad.
Escrito por: Guillermo Palacios
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