LA PRENSA DE LARA.- Con frecuencia, oímos decir «…estoy deprimido …» y en realidad lo que presenta es una tristeza, la cual es un sentimiento negativo transitorio que puede ser espontaneo sin fuente evidente o desencadenado por algún desajuste de la vida cotidiana, expresándose por llanto, autoestima bajo, melancolía, entrar a un estado de insatisfacción en tanto la depresión es una enfermedad dado por un estado anímico negativo, permanente o crónico motivado a diferentes factores biológicos, ambientales, genéticos y psicológicos, caracterizado por una tristeza prolongada con la sintomatología antes descritas pero en mayor intensidad, donde la autoestima está muy baja, corriendo un gran riesgo de caer en una depresión mayor e incapacitándolo o llegar a cometer un atentado contra su vida.
Las manifestaciones clínicas de la depresión varían según el grupo etario y sexo, es así como en los hombres, hay manifestaciones físicas tales como dolor de cabeza, fibromialgias, artralgias, fatiga o agotamientos, trastornos del sueño y gastrointestinales, al comprobar que no hay causa de carácter orgánico se puede considerar que estamos ante una depresión, así mismo, una enfermedad crónica puede desencadenar un estado de depresión, podemos concluir que existen depresiones exógena , endógena o mixta
En cuanto a la mujer, es más susceptible a las depresiones, en parte por los cambios hormonales, más evidente en la fase de menopausia con posibilidad de padecer un estrés crónico, característico en la sociedad occidental.
Con relación al grupo etario los de la tercera edad o adulto mayor, a veces no se hace el diagnostico de entrada o en el tiempo debido ya que la sintomatología que presenta no es la típica, se caracteriza por manifestar irritabilidad, falta de motivación adinamia, alteración de los patrones del sueño, inapetencia y tendencia a aislarse, confundiéndose en ocasiones con la demencia.
Referente al grupo de profesionales que padecen más depresión y ansiedad, esta una muy definida, como lo es en el sector salud y entre estos los médicos, principalmente los médicos cirujanos e intensivistas, entre otros, los cuales tiene más riesgo de sufrir estados depresivos en comparación con la población en general y en particular la mujer medico& ;
El medico en general está sometido a diferentes presiones, unos más y otros menos, pero es constante y mientras más intensa sea, más propenso esta de padecer un agotamiento emocional que desencadenara un estado de ansiedad y depresión, aunado a esto, hay variados factores de riesgos, tales como:& ;
Factores Biológicos: Falta de horas de sueño y descanso, habito alimentarios inadecuados, ausencia de actividad física apropiada (gimnasio, deporte), falta de un correcto abordaje de las enfermedades físicas que pueda presentar (automedicación, hacer caso omiso a sintomatología alguna)& ;
Factores Psicológicos: Tendencia al perfeccionismo, elevado sentido de responsabilidad, sobreesfuerzo mental y conductual, dependencia de la aprobación ajena, demora de las gratificaciones propias, no hay un equilibrio entre la vida profesional y personal.
Factores Sociales: Condiciones de trabajos muy precarias, particularmente en los que laboran en el sector público, las condiciones dadas por un mayor número de pacientes, menos tiempo disponible para una mejor atención, largas jornadas de trabajo, muy baja remuneración económica sin adecuada protección social y lo más lamentables es la ausencia de los insumos médicos básicos para la atención del paciente, así mismo las tensiones interpersonales inciden negativamente en el bienestar del profesional, la constante necesidad de estar formándose académicamente, bien sea por medio a la asistencia a deferentes congresos de actualización y de no ser posible por las diferentes situaciones, conlleva aún estado de preocupación o descontento
El medico venezolano está formado psicológica y académicamente para afrontar los diferentes retos que se presenta en el camino del ejercicio, aún en las peores condiciones socioeconómicas, con entereza las afrontamos, pero una emoción negativa, constante y prolongada durante el cumplimiento del deber nos llevará a un estrés crónico y desencadenara un estado de ansiedad y depresión, quizás sea este, el caso de un colega , pediatra neonatologo en Cumana, Edo Sucre, el cual se suicidó ante el número excesivo de neonatos fallecidos por la falta de insumos para la debida asistencia, es así, como un 30 de agosto del presente año, toma la decisión de terminar con su vida, por cierto, tal día, habían fallecido tres neonatos en su departamento de neonatología por la falta de insumos para la adecuada asistencia
Es cierto, nuestro corazón está revestido de una coraza, permeable para los más hermosos y nobles sentimiento e impermeable para las emociones negativas, pero puede llegar un momento de nuestras vidas que tal coraza se debilite por las presiones excesivas de esas emociones negativas, fragmentándose y ocasionando un holocausto emocional con las respectivas consecuencias
Escrito por: Hely Brandt
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