Osman Rojas | La Prensa.- De farmacia en farmacia, Andrea Suárez buscó el pasado jueves vitamina C en gotas para su hijo, un pequeño niño de dos meses de nacido, pero en ninguna parte las encontró.
“Tocará hablar con la doctora y decirle que le recete otra cosa. Este país se lo llevó el diablo; ni vitaminas hay en las farmacias”, expresó Suárez indignada, momentos antes de salir de la droguería San Carlos, ubicada en el centro de la ciudad.
El drama de Suárez es parecido al de muchas madres en Venezuela. En los estantes de las farmacias, las vitaminas o medicamentos para niños que nacen con alguna patología han desaparecido por completo.
Antonio Fernández, neonatólogo de la clínica Concepción, se mostró alarmado por la situación, pues a su juicio la morbilidad en la población infantil irá en aumento por la escasez de vitaminas y medicamentos.
“Las vitaminas en el crecimiento del niño juegan un papel fundamental. Muchos pequeños, sobre todo en la actualidad, nacen con problemas de peso porque sus madres no se alimentan bien durante el embarazo y si el bebé no consume vitaminas, puede padecer de enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el asma en un futuro”, aseveró Fernández.
Además de los complejos vitamínicos, en las farmacias no se volvieron a ver antibióticos o antialérgicos para bebés, situación que debería encender las alarmas de las autoridades a nivel nacional. “La vida de un niño debe ser sagrada y eso no se puede politizar. Dejar su crecimiento y su salud a la suerte es un crimen”, cerró el especialista.