sábado, 9 agosto 2025
sábado, 9 agosto 2025

Venden herramientas para comprar comida

William Croes | LA PRENSA.- Albañiles y mecánicos se han convertido en los principales proveedores de mercancía para las ferreterías itinerantes que hay en el centro de la ciudad. Todos los días hay quienes venden sus herramientas de trabajo usadas a cambio de un dinerito que les permita comprar comida para llevar a sus familias.

Ángel Fréitez es el dueño del negocio. Tiene seis años vendiendo herramientas usadas, pero en los últimos cuatro meses el negocio ha crecido gracias a la necesidad de la gente. Cada vez más profesionales salen de sus implementos porque tienen menos trabajo y necesitan dinero rápido.

El tarantín improvisado que tiene Fréitez en la avenida 20 no tiene nada que envidiarle a una modesta ferretería. Hay alicates, destornilladores, martillos y diversas piezas más que se exhiben a precios que van desde los 200 hasta los 3 mil 500 bolívares, dependiendo del estado en que se conserve.

“Hay mucha gente que viene y me vende las piezas argumentando que necesitan el dinero porque tienen hambre”, detalla Fréitez, quien dependiendo de cómo vayan las ventas en la semana hace un esfuerzo de comprar más mercancía y poder ayudar a quienes las venden por desespero.

Las ventas también están buenas. Fréitez cuenta que hay muchos profesionales que dan sus primeros pasos que buscan comprar varias herramientas para tener los implementos necesarios para poder hacer reparaciones menores.

El negocio se ha ido expandiendo al punto de que también se venden cascos de seguridad industrial, pico y pala para los jardineros. Los artículos más costosos son el triángulo de seguridad de los carros y las llaves de cruz que cuestan 4 mil bolívares. Fréitez asegura que no se presta para comprar artículos de dudosa procedencia.

Noticias relacionadas

No te pierdas

Conoce al caballo árabe, la antigua raza que la Reina Isabel II introdujo a España

La Reina Isabel II ordenó la importación del caballo árabe a España para mejorar la cabaña equina, convirtiendo al país en el único que conserva 22 líneas genéticas puras. Aunque su valor varía, ejemplares con un linaje excepcional pueden alcanzar precios millonarios por su potencial genético.

Redes sociales