William Croes | LA PRENSA.- La ausencia de los trabajadores se notó en las grandes empresas y el sector industrial de la entidad. Una buena cantidad de empleados acató el llamado a huelga nacional promovido por factores políticos, pese a que dueños y gerentes acudieron a sus puestos de trabajo por el temor de alguna inspección y posterior sanción por parte de organismos del Estado.
El reporte que a final de la tarde de ayer tuvo la Cámara de Industriales indica que de un universo de 51 grandes empresas e industrias consultadas en 35 faltaron trabajadores que no cumplieron con su turno de trabajo amparados en el artículo 68 de la Constitución Nacional que avala el derecho a la protesta pacífica.
“Las empresas en la cual se reportaron casos de ausentismo abrieron y estaban prestas para operar”, enfatiza Luis Marín, representante de la Cámara de Industriales, quien recalca que la orden fue que abrieran las empresas y fuera a criterio de los trabajadores si acudían o no a su jornada laboral.
En un recorrido hecho por el equipo reporteril de La Prensa por la Zona Industrial I se evidenció el movimiento en un alto porcentaje de las empresas. Los trabajadores manifestaban que aunque sí habían faltado compañeros, muchos no lo hicieron por temor a alguna represalia por parte del patrono o por no darse el lujo de perder el pago del día, pese a que en el comunicado oficial de Fedecámaras se pedía a los dueños de empresas afiliadas no descontar el día no laborado y respetar el derecho a la protesta.
En las empresas afectadas por el ausentismo laboral, una gran mayoría, son prestadoras de servicios o fabricantes de partes metálicas, madereras o distribuidoras. Marín indica que el promedio de ausentismo estuvo entre 68% y 100%. Es decir que hubo empresas que de 100 empleados faltaron 68 y de esta manera no pudieron operar.
La Cámara de Industriales reporta que 33%, 16 empresas, operaron a máxima capacidad por haber tenido la asistencia del 100% de la nómina. “La industria de alimentos fue la que cumplió con el récord de asistencia, algo positivo por los altos niveles de escasez que tiene el país”, indica Marín.
El sector comercial caminó a 60%. Álvaro Entralgo, consultor de la Cámara de Comercio, señala que la mayoría de tiendas y negocios abrieron por sus propios dueños y que apoyaron la decisión de sus empleados de trabajar o no según su disposición y criterio político.