Osman Rojas | LA PRENSA.- Desde hace un par de semanas Marisol Castro, madre que sufre de VIH, empezó a darle pecho a su hijo a riesgo de enfermarlo. La muchacha de 23 años tomó la decisión de amamantarlo porque el niño, de un año de nacido, no toma desde hace 6 meses la leche maternizada y en la última consulta con el pediatra los médicos encontraron fallas de peso y talla al infante.
“No puedo dejar que se muera, oro porque no le pase nada”, dijo Castro justificando su decisión y es que, desde hace 8 meses, el Gobierno nacional no envía la leche maternizada a las madres que sufren de VIH en el estado.
Raiza Farnataro, presidenta de la Fundación Conciencia por la Vida, se mostró alarmada por la situación y teme a que las madres empiecen a amamantar a sus hijos sin pensar en las consecuencias. “El desespero es notorio, ya nos sabemos qué hacer”, dijo Farnataro en conversación telefónica con el diario La Prensa.
Según los números que maneja Pronasida, en Lara hay 30 niños que no están tomando su leche porque el Gobierno suspendió la distribución de las fórmulas lácteas a nivel nacional.
“No nos toman como prioridad y para ellos no somos prioridad. Lo triste es que son los niños los que se encuentran sufriendo por culpa de la escasez”, dijo Farnataro.
Para paliar la crisis la Fundación Conciencia por la Vida se encuentra tramitando un permiso en la alcaldía para salir a la calle y realizar un megapotazo por los bebés. Con el dinero recaudado se comprará leche en las casas comerciales para ser distribuida a las madres.
“Esperamos firmar un acuerdo con Farmatodo para que los niños puedan ser alimentados. Muchas madres no pueden ir y hacer la cola”, concluyó Farnataro.