José Miguel Najul | LA PRENSA.- A Irving Carucí se lo tragó la tierra. Eran las 11 de la noche del sábado cuando se acercó hasta la fiesta que hacían en la casa de Yovanny Primera y, al llegar a la entrada, el suelo abrió sus fauces, engulléndolo dos metros y medio de profundidad.
Irving quedó atrapado en un barro que se mezclaba con las aguas negras que pasan por debajo de la calle 1 del sector La Tomatera, al noreste de Barquisimeto.
Horas antes de que esto sucediera, envuelto en la penumbra, el piso parecía completamente normal. De hecho Dayana Camacaro, la esposa de Yovanny, salió con su niño de un año en brazos a casa de su suegra, caminando por el sitio de lo más tranquila.
Pero luego Irving, con sólo pisar el lugar, quedó sumergido y comenzó a exclamar ayuda, mientras sus amigos jugaban dominó. A los segundos lo escucharon y corrieron hasta la entrada para salvarlo. Allí lo vieron hundido en el hueco, con diámetro de su cuerpo.
Con un mecate amarrado a la cintura, Irving fue rescatado, pero el hueco se había ensanchado mucho, inutilizando por completo la vivienda de Yovanny y dejándolo damnificado.
Allí, en un pequeño rancho, vivía Primera con su esposa y sus tres hijos: una niña de 8, otra de cuatro, y un pequeño varón de un año. A las 11 de la mañana de ayer el boquete ya medía tres metros de largo, dos y medio de ancho y 2,60 de profundidad.
En el fondo, se observaban las aguas negras, que habían rebasado el barro en el que Irving se había atascado.
Autoridades de Protección Civil llegaron hasta el lugar. Ayudaron con rapidez al desalojo de la familia y sus humildes enseres: una nevera, un televisor y un ventilador, además de dos camas.
Inspeccionaron el sitio e hicieron énfasis en el análisis de la tierra, que consideraron muy vulnerable. Tuvieron que desalojar de manera definitiva a la familia Primera, y por previsión también lo hicieron con los vecinos inmediatos.
Los Primera esperan ser reubicados. Hay una iglesia cristiana en la comunidad, pero según las voceras del consejo comunal “La Tomarera” está copada de jóvenes. Señalan que los miembros de la comunidad habían advertido hace un par de años a la familia del peligro.