William Croes | LA PRENSA.- Rosa Peña y dos amigas fueron a un restaurante de comida china de costumbre para un almuerzo entre amigas. Pidieron raciones de arroz, chopsuey, lumpia y un pollo agridulce para las tres. Comieron, conversaron un rato, pero la magia duró hasta que el mesonero les puso en la mesa la cuenta que rozaba los 30 mil bolívares.
La comida china era uno de los resuelves por excelencia de las familias venezolanas, sobre todo para los fines de semana. La gastronomía asiática es conocida por su buena relación precio, calidad y cantidad, puesto de que de una sola ración de arroz, pueden comer hasta tres personas de una manera moderada.
“La comida china se ha disparado en los últimos cuatro meses. La última vez que habíamos ido pagamos menos de 18 mil bolívares”, expresa Peña, quien solía frecuentar restaurantes de comida china porque los precios eran solidarios, y una buena opción para comer algo diferente en la ciudad.
El arroz tradicional, sin ningún adicional de camarones, pollo o cerdo se consigue en restaurantes entre 2 mil 700 y 5 mil bolívares. Si es un restaurante como tal, los precios de los platillos suelen se más costosos que en un local una feria de las comidas de un centro comercial.
Lo más costoso de la comida china son los platos que incluyen camarones, calamares o trozos de pescado. El precio de los mariscos ha aumentado un 150% en lo que va de año y esto repercute en los precios de platos como el arroz con camarones o el chopsuey con camarones que superan los 5 mil bolívares.
Combos salvan la patria
Los altos precios de las raciones de comida ha llevado a los dueños de restaurantes de comida china a promocionar ciertos platos o combos para atrapar a una buena cantidad de clientes que se han visto muy limitados económicamente para darse un gusto y gastar hasta una quincena en un almuerzo.
Hasta en los restaurantes más finos de comida china de la ciudad han implementado un menú del día o un plato del día que es una opción más económica que medianamente se ajusta al bolsillo de los comensales.
“Como muy poco comida china, pero prefiero en las ferias de las comidas de los centros comerciales porque hay combos buenos y lo comparto con mi hijo que come muy poco”, expresa Rosalinda Pérez, una señora que aunque no es muy amante de la gastronomía asiática, sí tenía la referencia de que era económica.