En el siglo XVIII, la provincia de Barquisimeto, en el estado Lara, llegó a liderar la producción y exportación de cacao en Venezuela, incluso por encima de Caracas, que tenía el cacao más apreciado por la provincia en 1778.
“Barquisimeto llegó a exportar 2.200 toneladas de cacao al año. Las plantaciones estaban acentuadas a lo largo y ancho del Valle del Turbio. Es decir, lo que se conoce hoy como Avenida Hermano Nectario María o la Ribereña, hasta los confines del estado Yaracuy, que era provincia de Barquisimeto”, contó a La Prensa José Luis Sotillo cronista de la parroquia Agua Viva, municipio Palavecino, estado Lara.
En 1916 el Ferrocarril Bolívar transportó 3.027 kilos de cacao desde Barquisimeto hasta los puertos de Tucacas. En esa época había 3.409 propietarios de cacaotales existentes en lo que hoy es el estado Lara.
“Con una producción de 12.116 fanegadas por cada 1000 árboles. Una fanegada es equivalente a 6.400 metros cuadrados o media hectárea”, explica el cronista.
Entre los antecedentes históricos encontrados, la Hacienda Aguaviva, era de las mayores productores de este rubro en el territorio larense, seguida por la hacienda Santa Bárbara, que en la actualidad se conoce con el nombre de Hacienda Las Mercedes. “En el municipio Palavecino los datos encontrados señalan que en Chorobobo, en la carretera vieja de Yaritagua, y en El Taque, se cultivaba cacao”, argumentó.
Las investigaciones realizadas por el cronista Sotillo, señalan que en 1775 Barquisimeto producía 5.000 fanegadas de cacao. El Tocuyo en ese momento producía 1.680 fanegadas de este rubro y Carora 2.000 fanegadas.
En las últimas décadas del siglo XVIII, la economía de Venezuela comienza a diversificarse. Otros productos como el añil, el café y el tabaco y la caña de azúcar cobran importancia y comienza a desplazar la producción de cacao.
En la actualidad Sotillo contó que hay zonas de Lara que son productoras de cacao, como el pueblo de Chupa La Flor de la parroquia Sarare, y en la parroquia Gustavo Vega León del municipio Simón Planas. Afirmó que en el caserío Caspo del municipio Andrés Eloy Blanco también hay plantaciones a pesar de su clima frío.
En la Granja El Encanto, ubicada en Simón Planas, a tan sólo 12 minutos de Cabudare, municipio Palavecino, cada domingo realizan un paseo que dura cuatro horas para enseñar a estudiantes y público en general la cultura cacaotera en Venezuela. Llevan más de 23 charlas educativas y dan a conocer desde su historia ancestral hasta todos los beneficios de producción y nutricionales que tiene el cacao. Es una experiencia donde las personas ponen a prueba todos sus sentidos.
Apenas llegas te reciben con una buena taza de chocolate caliente, es un lugar que destaca por sus áreas verdes, su frescura por la cantidad de árboles que tiene y que ha sido decorado con algunos objetos antiguos.
Te recibe Angélica Sanquis, una encantadora guía que con cordialidad explica de la manera más detallada y fácil posible la importancia de este rubro para el país, cuenta su historia. Luego los participantes se adentran a un pequeño cacaotal donde Adrían Patiño, estudiante de ingeniería agronómica de la Ucla, explica las características del cultivo el recorrido cierra con broche de oro, con una cata donde se prueban los mejores chocolates del país. Se conoce parte de la cultura y los aromas de Venezuela en esa degustación.
La cata comienza con chocolate negro de la cosecha de cacao Criollo Porcelana proveniente del Sur del Lago de Maracaibo. Muy apetecible en Europa, con un precio que puede ser hasta tres veces más costoso que el cotizado en la bolsa de valores del mercado internacional.
El chocolate negro que se elabora en esa zona del país se caracteriza por ser 70% cacao, lleva además 28% de manteca de cacao. Destaca por su aroma a frutas maduras, frutos secos y un dulzor a caramelo.
Seguidamente los comensales pasan a probar el chocolate de Chuao en el estado Aragua. Es un cacao al igual que el del Sur del Lago, fino de aroma que se exporta casi en su totalidad a Japón. Las características de su clima, humedad y las manos de los trabajadores que cuidan las plantaciones y cosechan el cacao, le dan un sabor característico, marcado por sus notas que evocan la madera y esencias afrutadas.
Luego los participantes pasan a deleitarse con un chocolate elaborado de un cacao cultivado en el estado Yaracuy, con siete días de fermentación e igual número de días de secado. Este tiene notas intensas de cacao y un dulzor moderado al probarlo.
El cuarto chocolate que se come es elaborado con cacao de la Hacienda Coromotana del estado Portuguesa, a pocos kilómetros de El Vigia, en el estado Mérida. Es tostado a 105 °C y es una variedad de híbridos Trinitarios.
Posteriormente se degusta un chocolate de Caja Seca, al Sur del Lago de Maracaibo, es un cacao que también es tostado a 105 °C. Se caracteriza por un sabor delicado y complejo de definirlo.
Finalmente se prueba un chocolate blanco intervenido con granos de cacao. Es elaborado con leche completa, muy sano para quienes son intolerantes a la lactosa. Juan Carlos Alvarado, director de Chocolate El Encanto explica que la materia prima del chocolate blanco es la manteca de cacao.
Además precisa que los cacaos que dan los suelos del estado Lara, tienen un sabor que se asemeja mucho a los frutos secos.
Alvarado destaca que el cacao es un fruto muy versátil porque como materia prima todo se aprovecha. Comenzando por la mazorca, una vez se extraen los granos, se utiliza la mazorca para elaborar un compost o abono que sirve para las mismas plantas.
Luego que se fermentan los granos del cacao y se secan al sol, es tostado. Este proceso es el más determinante para desarrollar sabores y aromas adecuados que permiten la producción de chocolate.
“La cascarilla del cacao tostado sirve para elaborar un té refrescante que tiene beneficios para poder dormir. Contiene antiácidos. Si esa cascarilla se pasa por una licuadora, el polvo se usa como condimento culinario que le da gusto a la carne”, explica Juan Carlos Alvarado.
Cuando se muelen los granos de cacao tostado, se extrae una pasta de cacao para untar. Los granos del cacao se utilizan por su textura en ensaladas por su sabor.
Del grano de cacao también se extrae la manteca de cacao. “Para elaborar el chocolate en tableta, los ingredientes son pasta de cacao, leche y manteca de cacao. El chocolate oscuro, es 70% u 80% pasta de cacao, pero 80% no lleva pasta de cacao, lleva manteca de cacao y azúcar”, especifica el director de Chocolate El Encanto, fábrica que está ubicada en el estado Lara.
Incluso precisó que el mucílago que es la pulpa blanca en que se recubren los granos de cacao al momento de desgranar la mazorca, se puede utilizar para elaborar jugos.“Tenemos ese proyecto de hacer vino de cacao y estamos trabajando en eso”, confesó Alvarado.
“Nosotros hacemos cacao en polvo, manteca de cacao, tabletas de chocolate, cremas untables, productos que son muy demandados en panaderías y reposterías”, comunicó.
Por más de 30 años el precio del cacao en el mercado internacional se mantuvo estable, se cotizaba en $2000 la tonelada. Y a los productores criollos les pagaban en Venezuela el 75% del valor del precio en el mercado internacional.
A finales de 2024 el precio en el exterior se disparó, llevando a valer la tonelada a más de 12.000 dólares. Según explica un informe de la Organización Internacional del Cacao (ICCO), esto se produjo porque los países de África que más producen este rubro como Costa de Marfil, registró una contracción en su producción, porque está sufriendo las consecuencias de los efectos del cambio climático con la demora de las lluvias.
Ese precio que registró la Bolsa de Nueva York, comenzó a descender en 2025. Al día viernes 2 de mayo se cotizaba la tonelada en $8.914. Principalmente esta caída en el precio comenzó a registrarse cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump llegó al poder, y comenzó a amenazar con su política de aranceles que provocó un escenario de incertidumbre en el mercado global.
Los precios que hoy registra el cacao en el exterior se vuelven apetecibles para los productores venezolanos, sobre todo porque Venezuela no consume mucho cacao. Los habitantes demandan más café, por eso en promedio el 50% de la producción se exporta. Pero Venezuela requiere un programa productivo que impulse a este sector.
“Tenemos suficiente extensión agrícola para cultivar el cacao, pero no tenemos las condiciones económicas. Las familias cacaoteras están empobrecidas o no viven de este rubro que por años registró precios bajos y estables. Otro problema que hay es que no hay generación de relevo, los productores actuales son personas mayores que pasan los 50 años de edad. Tampoco hay innovación y tecnología en este tipo de cultivos. Se necesita investigación científica para mejorar las prácticas agrícolas. Sobre todo se requiere inversión y una política de incentivos, como un fondo del cacao, que en el pasado existía, donde todos los productores que exportaban dejaban un porcentaje que se utilizaba para investigación y para volver a cultivar”, expuso Vicente Pérez, director ejecutivo de Fedeagro.
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