Osman Rojas | LA PRENSA.- Los centros de salud en el estado Lara se han convertido en blanco fácil para los delincuentes. En lo que va de año, en la entidad se han registrado 44 robos a instituciones médicas; sin embargo, existe una subcifra llevada por los mismos doctores, quienes aseguran que el número de robos es mayor al que la Dirección Regional registra.
Blanca Figueroa, representante del grupo Médicos Unidos en Lara, asegura que en el Hospital Central Antonio María Pineda, por ejemplo, hay un robo diario en el estacionamiento, pero que no se refleja en acta porque la víctima no denuncia.
“Los residentes están azotados y aterrados cuando tienen guardia. El estacionamiento es una guillotina y los médicos lo sienten. La vigilancia es prácticamente nula y allí hay un robo por día. Los carros son encontrados sin baterías, los carteristas hacen de las suyas y la Dirección de Salud no reconoce estos robos”, denunció Figueroa en conversación telefónica con La Prensa.
La cantidad de robos que han sido denunciados preocupa a las autoridades, pues a poco menos de dos meses para que finalice el año las 44 denuncias registradas superan las 21 que se reportaron el año pasado.
Ruy Medina, director sectorial de Salud en el estado Lara, no niega el problema que hay con la seguridad en los hospitales y asegura que el hambre y la desesperación económica por la situación lleva a las personas a cometer este tipo de delitos.
“La delincuencia es la dueña de Venezuela. Ahora mismo todo el mundo está pendiente de sacar provecho de las cosas”, dice Medina, quien asegura que lo que más se llevan de las instituciones son insumos médicos y comida.
El doctor informó que la semana pasada se sostuvo una reunión entre las autoridades de salud y Polilara para reforzar la seguridad de los hospitales y bajar la cantidad de robos en las instituciones.
“Todavía no sabemos cómo se va a actuar, pero sabemos que se van a reforzar los cuadrantes de seguridad y las rondas de patrullaje”, dijo.
La Prensa intentó hablar con el comandante Luis Rodríguez, pero por compromisos que cumplía en El Tocuyo fue imposible contactarlo.