Arturo López | LA PRENSA.- “Desde que empezó la escasez de comida me ha tocado comprar maíz para hacer arepas” expresó con cierta ironía Carolina Páez, mientras compraba un kilogramo para alimentarse en su casa.
Al preguntarle si no le daba miedo comprar este maíz debido a los recientes casos de intoxicación y posterior muerte de personas en Lara, la señora respondió rotundamente “¡no!” y agregó “yo me encargo de lavar y hervir el maíz antes de hacer la masa para las arepas”.
En Barquisimeto en octubre de 2016 hubo dos personas que murieron por intoxicación a causa de un maíz que todavía es investigado por el Cicpc y el pasado miércoles 18 de enero de 2017 un niño murió por consumir yuca amarga y parece que estos casos no despierta la conciencia de las personas cuando compran este tipo de productos en la calle porque, simplemente, el hambre les quita el miedo.
Y es que esta especie de “valentía” es un resultado de los pocos productos que hay en el mercado, la poca plata que tiene la gente para adquirirlos y también por el caos que representa hacer colas.
Así lo esbozó el señor Martín Uzcátegui, quien prefiere comprar maíz pilao en donde la consiga más barata con tal de “no pagar 3 mil bolos por una harina precocida bachaqueada”.
“Comencé a comprar el maíz hace 3 meses en 300 bolívares por kilo, ahora lo compra en 1400 y obviamente prefiero comprar maíz para hacer arepas, o cachapas” soltó el señor.
Acciones como la de Uzcátegui también ha generado que la venta de maíz informal, en la calle y en bolsitas se haya proliferado hasta el punto que para los comerciantes se ha vuelto un negocio lucrativo.
Los vendedores de maíz aseguran que la venta este año se ha incrementado hasta en un 200% pues la gente no tiene que comer. Gerson López, vendedor de maíz, asegura que hace esto para sobrevivir, en los cuales hay días buenos y días malos. “Como todo negocio, a veces vendemos mucho, otros días no tanto, pero como ahorita la gente no tiene para comprar una harina bachaqueada, pues tienen que comprar maíz” añadió Gerson.
En un recorrido que hizo La Prensa se pudo constatar como sectores muy transitados de Barquisimeto se puede encontrar una venta de maíz o yuca que sirven como sustitutos de la harina precocida.