Alexandra Peña Burgos | LA PRENSA.- Con su chaqueta azul que representa el tricolor, la selección nacional de clavados integrada por Jesús Liranzo, María Florencia Betancourt y la entrenadora Laurent Pérez partió ayer con destino a Budapest, lugar del Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos.
Liranzo asistirá a su tercer campeonato mundial. El primero fue en Barcelona en el 2013 y estuvo a pocos puntos de colarse hasta la final del trampolín de 3 metros sincronizado junto al también crepuscular Alfredo Colmenárez.
En el Mundial de 2015 no tuvo sus mejores resultados en Rusia, pero en esta oportunidad mucho más experimentado busca colarse hasta la final de la plataforma de 10 metros, su prueba reina, y el trampolín de 3 metros.
“Estoy tranquilo y creo que así estaré en toda la competencia. El entrenamiento está hecho, sólo falta competir”, soltó antes de partir a suelo europeo.
Liranzo logró una puntuación de 430 tantos en el trampolín de 3 metros en el chequeo nacional realizado el mes pasado. Su objetivo es repetir esta nota y hacer los saltos con un promedio de 7 puntos cada uno para meterse en una final mundialista.
En la plataforma sumó 458 puntos, resultado que lo metería entre los mejores del certamen.
Esta representa su primera contienda internacional, luego de los Juegos Olímpicos de Río 2016 disputados en agosto.
“Los europeos y chinos son los rivales más fuertes. Sé que los mexicanos no van, pero quedan muchos buenos rivales”, soltó el larense.
Justo antes de partir, fotos y sonrisas pintadas en su rostro marcan la despedida para los atletas.
“Marucha”, como es conocida Betancourt, irá en el trampolín de un metro y la plataforma de 10 metros, su principal prueba. Para esta contienda sumó un salto nuevo a la prueba desde los 10 metros, un salto con mayor grado de dificultad.
La maracayera, pero ficha de Lara, tendrá este compromiso por el desquite luego de un 2016 en el que fue de adaptación después de su lesión en la muñeca izquierda.