Osman Rojas | LA PRENSA.- Los médicos gastroenterólogos dicen que si una persona tiene tres días comiendo pan con mantequilla en el desayuno, lo lógico es que sufra diarrea y deba postrarse en una poceta.
A pesar de que los especialistas no se atreven a atribuir el aumento de estos cuadros diarreicos, la dieta de las personas en esta actualidad de crisis y escasez pudiese ser la clave del repunte de la enfermedad. De hecho, las consultas de gastroenterología en el Hospital Central se han disparado. Durante la última semana de septiembre y la primera semana de octubre se ha registrado un alza en la cantidad de pacientes por día que se ven en la institución.
“En promedio recibimos de 60 a 70 pacientes diarios, pero ahora llegan de 90 a 100 y la mayoría acude con la sintomatología de una infección en el estómago. La diarrea ha ganado terreno y eso es algo que se debe estudiar a fondo”, contó la doctora Isabel Rojas, residente del servicio, quien argumenta que “la gente come lo que encuentra y eso puede tener efectos negativos en la salud de las personas”.
La venta de productos artesanales, como la mantequilla, mayonesa o suero, además de la poca salubridad que hay en hogares donde, por ejemplo, venden masa de maíz dejan expuestas a las personas, así lo determina la especialista.
Las personas en verdad no se están cuidando con la alimentación y eso es producto del desespero o de tratar de ahorrar un poco de dinero. La insalubridad reina en las calles y eso se ve reflejado en el número de consultas”, contó Rojas.
El hacer repetitivas las comidas también puede incidir de forma directa en el estómago. Miguel Henández, residente, cuenta que el estómago puede rechazar una dieta monótona.
Muchas personas desayunan, almuerzan o cenan pan con mantequilla y llega un punto en que el estómago lo rechaza. Con eso puedes engañar el hambre, pero no te estás alimentando, eso tarde o temprano pasa factura”, explicó.
Compensar con frutas o sopa de verduras la comida es una de las opciones que dan los médicos para evitar la diarrea.