William Croes | LA PRENSA.- Los talleres están abarrotados de carros, pero los mecánicos están pelando. El alto costo de los repuestos automotrices y el incremento de la mano de obra asfixia a los dueños de los vehículos quienes tienen que hasta apelar a créditos bancarios para poder cubrir el gasto de la reparación y ponerlo a rodar nuevamente.
Por lo general, los lunes hay un colón en los talleres. Son muy pocos los que siguen recibiendo carros, porque están repletos. Hay una buena cantidad de vehículos que tienen más de un mes con la capota arriba porque su dueño no encuentra el repuesto o está muy caro y no tiene dinero suficiente para comprarlo.
“Hay carros que están parados por una pila de gasolina o hasta por bujías”, expresa José Galindo, un mecánico especializado en marcas japonesas. El experto explica que los repuestos han aumentado más de mil por ciento entre 2015 y 2016. El precio de la pieza más sencilla cuesta alrededor de 25 mil bolívares, casi un sueldo mínimo.
Una pila de la bomba de la gasolina o el juego de bujías costaba menos de 15 mil bolívares el año pasado. Ahora en las casas repuesteras de la calle 42 venden cada bujía en 20 mil bolívares, lo que es un total de 80 mil bolívares sin contar la mano de obra del mecánico.
“Para cambiar el disco, prensa y collarín de un carro sincrónico tuve que pedir un crédito bancario”, relata Walter Urdaneta, quien tuvo que gastar 230 mil bolívares en la reparación de su camioneta sincrónica con la que trabaja distribuyendo queso y productos lácteos por todo el estado.
El alto costo de los repuestos tiene vueltos locos a los mecánicos. Uno de los métodos que están aplicando es el de recibir el carro solo si es una reparación menor. Primero hacen un diagnóstico y luego de que el cliente compre la pieza es que le aceptan el carro en el taller.
“Hay clientes que me pagan con cheques que rebotan y se desaparecen”, expresa Galindo, que señala que le ha tocado perder toda una mañana en una agencia bancaria en vez de dedicarle tiempo a reparar los vehículos. Comenta que le ha tocado ponerse duro y no aceptar pagos por partes, porque la mayoría de los dueños de vehículos demoran más de la cuenta y la inflación se come las ganancias.
Mecánicos sólo le están aceptando a los clientes de confianza los carros que tengan fallas mayores. Hacer un motor está por el orden de un millón y medio de bolívares, por lo cual no cualquiera está en la capacidad de hacer la reparación.
El incremento en los repuestos se debe al alza del dólar paralelo. Casas repuesteras no tienen el acceso a las divisas preferenciales para adquirir mercancía hace dos años atrás.