Anaís Mendoza | LA PRENSA.- “Conseguir gas es un tormento. La vida se complica por no conseguir una bombona”, expresó con mucho desánimo Juan Sira, mientras hacía la cola para conseguir el escaso producto a las afueras del centro de llenado socialista Juan Guillermo Iribarren.
Desde la refinería Ulé en el estado Zulia sólo están llegando tres gandolas diarias cuando anteriormente llegaban ocho. Una flota de 42 camiones, es la que está disponible para trasladar las bombonas, pero la gran mayoría de camiones está paralizada por falta de cauchos, baterías y fallas mecánicas.
Pedro González, chofer del centro de llenado de la Zona Industrial, explica que la mayoría de flota sale a la calle, pero que las otras unidades están en malas condiciones. Detalla que la mala administración empeora la problemática en la planta.
La gerencia no manda a los talleres los camiones en mal estado, y tampoco está pendiente de los operativos en la calle, así que las fallas continuarán en el tiempo”, expresó González.
Las preguntas ante esta situación sobran, pero según fuentes internas del llenadero el envío insuficiente de las gandolas ocasiona el colapso en la distribución.
Algunos trabajadores que no quisieron identificarse destacan que el oeste de la ciudad se ve más afectado porque los pocos camiones que hay en la calle tratan de abastecer también el norte y el centro de la ciudad.
El desespero de los usuarios por el gas los lleva a pagar mucho dinero por una “carrerita” hasta la planta para poder llevarse el producto. La señora Elena Monje llegó con su hijo discapacitado desde el oeste de la ciudad, pagaron 800 bolívares porque desde hace un mes cocinan en leña.
En las últimas tres semanas, La Prensa ha contabilizado más de 20 protestas de gas, las personas temen que en diciembre esta situación se agudice, así que trancan las avenidas de sus comunidades esperando que las autoridades atiendan sus reclamos. Los consultados estiman que la situación empeore en diciembre.