Redacción | LA PRENSA DE LARA.- Un «plan para la historia» que permita dejar atrás un «sistema anarquizado, dividido por odios políticos y salarios de hambre«, es lo que propone Armando Sánchez, candidato a la Gobernación de Lara por el partido UPP89. Sin temor, suelta que en el estado se ha generado una campaña desigual, donde algunos candidatos se valen de las necesidades del pueblo para «comprar conciencias».
Van 18 días de campaña política ¿Cree que hay una campaña desigual?
Lógicamente y eso no es nuevo. No se respetan las leyes electorales en nuestro país y quien tiene el poder y quiere seguir, porque no hay alternabilidad con los sistemas adoptados. Actualmente, estamos sometidos a una campaña electoral con tinte chocante de la opulencia de la dirigencia política con fanfarria, con circo, con competencia entre los contratistas de lado y lado; y con un mensaje de engaño de promesas a futuro y una hipnosis radioeléctrica de compra de conciencias desde alimentos hasta transformadores y algunos dólares en los bolsillos que tiene alguna clase política.
¿Cómo enfrenta Armando Sánchez esta campaña, que dice está marcada por el ventajismo?
Con el plan para la historia, con luz de porvenir basado en ocho puntos fundamentales. Uno es la necesidad de espiritualidad en el pueblo, dado que vivimos y transitamos un sistema anarquizado, dividido por odios políticos, salarios de hambre y pobreza para la domesticación. Es necesario combatir la violencia pacífica que hay hacia el venezolano con dificultades de salud, educación, alimentación, falta de electricidad, gas y paz social.
¿Qué propone para cambiar la realidad del larense?
Hay que convocar a la inteligencia larense, que sí existe y en buena dosis. Hay gente con capacidad tecnológica y científica, hay decenas de universidades que instrumentando presupuestos apropiados y convocando apoyo de la sociedad civil podemos volver a lo que eran las universidades para la preparación del personal que necesitamos en todas las áreas de desarrollo. No podemos estar sumergidos en la mediocridad intelectual, porque es generar sufrimiento al pueblo.