LA PRENSA.- El militante de Voluntad Popular fue excarcelado el pasado 14 de junio, con boleto directo a Perú, sin negociaciones de por medio. De acuerdo con el artículo 50 de la Constitución, la pena de extrañamiento está prohibida en el país.
Caracas. “Villca, la condición puesta por el Gobierno [para darte la libertad] es que te fueras del país”, fue lo que escuchó Villca Fernández de sus abogados cuando ya había pisado el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, luego de ser excarcelado el pasado 14 de junio.
Desde esa fecha, “destierro” fue la palabra con la que se describía la nueva situación del preso político. Con la frase dicha por sus abogados, Fernández, de 34 años, sintió que la vida le cambió por segunda vez. La primera fue cuando lo detuvieron el 31 de enero de 2016 y, al entrar al calabozo del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), en El Helicoide, le dijeron “bienvenido al infierno”. Así lo recordó en entrevista telefónica a Crónica.Uno desde Perú.
El militante de VP fue excarcelado el pasado 14 de junio junto con otras 42 personas, entre presos políticos y comunes. Sin embargo, Fernández fue el único de la tanda que no fue llevado a la Casa Amarilla.
Boleto en mano, el destino de Fernández estaba fuera de las fronteras, en Perú, por órdenes -asegura Villca- de la entonces presidenta de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez, quien ahora es vicepresidenta de la República.
“La negociación fue con el gobernador de Mérida, Ramón Guevara. El miércoles [13 de junio] se le notificó que yo sería llevado a Mérida, pero, luego, recibió una llamada de (Delcy) Rodríguez, quien le dijo que la única forma de que me dieran libertad era que me fuera del país”, explicó Fernández.
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