Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Los venezolanos consumen entre tres y ocho kilogramos de carne bovina al año, según información del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne (Invelecar) y de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Cofagan). En el año 2015 el país llegó a tener un consumo de 24 kilos de carne roja por persona al año, rebasando en esa época la medida estándar recomendada por la FAO para combatir la malnutrición y la subnutrición, que establece el consumo ideal en 20 kilos per cápita. En cuanto a la leche, el consumo de Venezuela es de entre 50 y 55 litros por persona al año, 50% menos que hace un década cuando estaba por encima de los 100 litros según la Cámara Venezolana de la Industria Láctea (Cavilac).
«La FAO recomienda 120 litros de leche al año, la población venezolana está por debajo de países como Cuba donde el consumo es superior a los 60 litros al año. Venezuela también está muy por debajo del promedio de consumo de todo el continente americano, cuya ingesta de leche anual es 200 litros por habitante», informó Carlos Albornoz, presidente de Invelecar.
La pérdida del poder adquisitivo, la hiperinflación y el cierre de empresas en ocho años que han disparado el desempleo, son las principales razones de la caída prolongada de proteína animal en el país. Rodrigo Agudo, director de la Red Agroalimentaria de Venezuela, sostiene que los ciudadanos están basando su alimentación en carbohidratos como pasta, arroz, harina, y tubérculos como papa y yuca, y lo único que pueden consumir de proteína animal es queso y mantequilla, productos que se elaboran con el 87% de la leche nacional y que además son de fabricación artesanal.
Explica que los ganaderos hasta el 2015 lograron abastecer 17 kilos per cápita de carne, el Gobierno cubría los 8 kilos restante per cápita de carne a través de la importación de animales vivos que eran sacrificados en Venezuela, donde eran evaluados y recibían certificación sanitaria. Ahora los controles sanitarios han venido desapareciendo, una de las causas es la cantidad de robos en las fincas productivas, lo que ha provocado que alrededor del 40% de la matanza de animales en el país no esté vigilada por médicos veterinarios.
«Además de que consumimos menos carne, el 40% de la matanza de animales se ha informalizado, o son animales robados y despellejados por delincuentes y luego vendidos en carnicerías, o son pequeños productores que no tienen cómo cumplir con el esquema de vacunación por animal», explicó. Lo que representa que el Estado no está garantizando la calidad de los alimentos.
«La inseguridad alimentaria no es simplemente que el producto escasee, ni que el consumidor no lo pueda comprar por falta de recursos, sino que ese producto tenga la calidad a los efectos de garantizar una sana alimentación. Aquí desapareció el control sanitario de todos los productos importados, que muchas veces no tienen ni etiquetado, lo que representa que la persona no sabe qué está consumiendo porque el problema es sobrevivir. El Estado ha sido un gran permisivo porque lo único que le importa es que haya movimiento de la economía, olvidando su responsabilidad de garantizar la sana alimentación», refirió.
En picada
Antonio Escalona, presidente de la Unión Agrícola y Ganadera de los Andes (Unagandes) informó que el consumo de pollo en Venezuela también ha descendido. «Hace seis años el país comía 50 kilos de pollo por persona al año, ahora 12,5 kilos anualmente. En cuanto a huevos en 2005 se produjeron en el país 6.400 millones de huevos, el año pasado 800 millones de huevos, lo que representa que por habitante se está consumiendo tres huevos al mes.
«La crisis alimentaria en Venezuela es alarmante para el mundo. El 20% de nuestra juventud está en desnutrición y va creciendo con déficit de talla y desarrollo cognitivo. En pocos años esa será la generación que se tiene que hacer cargo del país», apuntó.
Fernando Camino, expresidente de Fedeagro, señaló que el consumo de carne de cerdo también va en caída libre, actualmente un ciudadano puede comer un kilo al año, en 2015 era de cuatro kilos per cápita. De pescado, se consumen 2 kilos por persona al año, cifras de la Asociación gremial que agrupa los Frigoríficos y los Mataderos Industriales (Asofrigo), señalan que hace seis años el consumo era de 8 kilos per cápita.
«El principal problema de los ganaderos es el desabastecimiento de combustible que ha sido severo desde finales de 2020, luego el financiamiento, ya los bancos no prestan dinero para que los productores puedan aumentar cubrir el costo de medicina veterinaria, alimentos o fertilizantes«, expresó.
Industria afectada
Roger Figueroa, presidente de Cavilac informó que actualmente la producción de leche en Venezuela es de cinco millones de litros diarios, y que la industria sólo procesa el 12% de esa cantidad, es decir 600 mil litros. Apunta que hace 10 años la producción superaba los siete millones de litros de leche diarias y el sector industrial procesaba el 25%.
«La industria está adquiriendo menos leche nacional por la calidad. La mayoría de la leche que viene de ganadería tiene grandes dificultades para ser trasladada por la escasez de combustible. Además la leche tiene un nivel de deterioro violento y necesita de la cadena de frío, lamentablemente desde 2019 los apagones son constantes en nuestro país y aunque los productores han adquirido plantas eléctricas y de tratamiento para conservarlas, son equipos que trabajan con motores a diesel, combustible que también escasea», informó.
Menos ganado pero más robos
El Estado venezolano ha fallado en los planes se seguridad para proteger a los productores del abigeato. Los robos repuntan a pesar de que el país tiene 56% menos ganado que en el 2013. Según indicó Antonio Escalona, presidente de Unagandes el país cuenta con nueve millones de cabezas de ganado, cuando Maduro llegó al poder eran 16 millones de bovinos.
Según denunció Carlos Albornoz, actualmente lo que más le preocupa a los productores son las invasiones que desde diciembre de 2020 se vienen incrementando en las fincas productivas del país. «El lunes 15 de agosto se metieron 35 yukpa (etnia indígena) en un finca en la Sierra de Perijá estado Zulia. Llamaron a la dueña, para extorsionarla, se metieron en la finca a la fuerza y están todavía allí, las autoridades no se han preocupado en sacarlos. Se robaron además 106 reses, así está pasando en las fincas de Bolívar, Apure, Guárico y Miranda», alertó.
«En el estado Bolívar se han reportado invasiones, y quienes las promueven son personas armadas amparadas incluso por el PSUV, han salido una serie de fotografías por las redes sociales, de personas que son identificadas como candidatos a concejales del partido oficial promoviendo las invasiones», indicó Fernando Camino, expresidente de Fedeagro.
Están amenazadas
En el caso del estado Lara en los últimos meses, cinco fincas productivas de la parroquia El Blanco del municipio Torres han sido amenazadas de invasión. Así lo denunció Gustavo Ferrer, presidente de la Sociedad Regional de Ganaderos de Centro Occidente (Sorgo).
«Ha sido gente que llega armada, amenaza a los productores con machete, con armas de fuego y aunque no han hecho la ocupación completa de las fincas los trabajadores y propietarios tienen miedo de trabajar en esas condiciones y han paralizado la producción», mencionó.
Los ganaderos de Torres, el mayor productor de leche y carne de Lara, han hecho las denuncias ante el CICPC, pero los funcionarios de seguridad no han podido acabar con este delito.
Productos se dejan de producir
Roger Figueroa, presidente de Cavilac, informó que hay productos que ha dejado de fabricar la industria láctea debido a los cortes eléctricos que afectan a comercios, como el caso de la leche pasteurizada.
«Este tipo de leche necesita una cadena de frío para que pueda mantenerse los siete días promedio que dura en anaqueles, como el país tiene una oscurana salvaje ya no se produce», informó.
El sector ha migrado a producir leche de larga duración conocida como UHT, también fabrican leche en polvo que ronda los seis dólares el kilo. «El Ejecutivo nacional está demandando más leche en polvo, porque ahora la distribuye en las cajas CLAP, el gobierno ya no tiene la capacidad de importar alimentos y debe adquirirla en el mercado nacional, eso está presionando los precios porque hay mayor demanda, pero no mayor producción», comunicó.
El sector también está afectado por la competencia desleal de marcas de leche importada que está llegando al país sin controles sanitarios y sin controles de impuestos.
Precios no cubren gastos operativos
Jorge Prado, vicepresidente de Cofagan, indicó que a los productores también los está afectando los precios que se han establecido para la leche a pie de finca, porque están muy por debajo del precio internacional y no cubren con los costos de producción.
«El litro de la leche pasteurizada en el mercado cuesta 1.50 centavos de dólar, mientras que el productor escasamente se la pagan a 22 centavos de dólar. Hay un desbalance que tiene a los productores en quiebra», denunció el representante gremial del estado Zulia, el primer estado productor de carne en el país.
«Desde hace dos o tres años hemos denunciado la crisis económica del sector», dijo.
Exportación de bovinos no es libre
Jorge Prado de Cofagan, indicó que Venezuela tiene una capacidad de exportación 20 mil novillos al año, por la caída del consumo de carne, pero aunque la comercialización de estos animales se viene haciendo desde 2020 hacía Irán, Irak y Arabia Saudita, el Estado les paga 100% menos que en países como Colombia.
«No entendemos cómo si desde el puerto de Colombia es mucho más largo el trayecto hacia Arabia Saudita el gobierno les paga el kilo de carne a sus productores en 2.5 dólares, pero en Venezuela lo pagan 0,95 dólares». Alega que la exportación de ganado debe ser sin intermediarios.