LA PRENSA de Lara | Agencias.- Durante el pasado jueves realizaron una requisa en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), como ocurre con cierta frecuencia, pero esta vez les robaron todas sus pertenencias: colchonetas, medicinas, prendas personales, cepillos de dientes, pasta dental, jabón de baño, desodorantes, papel higiénico, sábanas, alimentos, dejando las celdas vacías. Reseñó Infobae.
Lo único que no se robaron fueron la comida dañada y los libros, que le devolvieron a los familiares obligándolos a firmar un acta de entrega como si les hubiesen devuelto lo que en realidad se robaron. «Tienen que volver a traerle todo lo que necesiten, pero no traigan libros«, fue la recomendación de uno de los custodios.
Ya no les van a permitir el ingreso de alimentos a las celdas, sino que van a ser trasladados al comedor. Prohibieron la salida a los baños y les instalaron un retrete dentro de algunas celdas para que hagan ahí sus necesidades. Los restantes deben hacerlas en bolsas plásticas. Por ahora, hay militares desaparecidos, torturados, sin derecho a visitas familiares, sin llamadas telefónicas, sin acceso a sus abogados, sin audiencias de presentación y sin derecho al debido proceso.
La Asamblea Nacional, en un documento suscrito por su presidente Juan Guaidó, el 29 de junio, aprobó varias medidas relacionadas con los casi 200 militares detenidos por razones políticas, entre esas acudir a organismos internacionales como la ONU, la CIDH y la Corte Penal Internacional, para entre otras cosas verificar el estado de salud de todos los militares presos y exigir la fe de vida y chequeos de estado de salud de los militares desaparecidos.
Han pasado más de 15 días desde ese documento firmado y la Organización de las Naciones Unidas no ha respondido, más aún, a la comisión que dejó en Venezuela la doctora Verónica Michelle Bachelet Jeria, el gobierno del presidente Nicolás Maduro no le ha permitido el acceso a los sótanos de la DGCIM ni siquiera a reunirse con militares detenidos y ni siquiera contestan sus comunicaciones, después del informe que la alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas presentó ante la ONU.
Fuente Informativa: Sebastiana Barráez / Infobae