José Sequera Rivero | LA PRENSA.- Abandono y suciedad. Es la descripción de la mayoría de los quioscos que se ubican en la entrada este de Barquisimeto. Miles de carros, camionetas y camiones pasan por su lado y son escasos los que se detienen a comprar en los pocos locales que están activos. La promesa de que los pequeños espacios que se encuentran a la altura del Parque El Cardenalito iban a ser productivos, al parecer, nunca se consumó.
El equipo reporteril de La Prensa hizo un recorrido por estos “módulos turísticos socioproductivos” como los denominó e instaló la gobernación de Lara en abril de 2015 y se comprobó que de los 20 instalados apenas 8 son los que tienen personas vendiendo productos como panes, dulces, sueros, quesos, carnes, salsas, instrumentos musicales, utensilios de cocina y artesanía.
Enrique González, vendedor de “hornos” de metal en uno de los módulos, comenta que el dueño del módulo fue recién en enero que pudo comprar la mercancía para poder reabrir el sitio, pues no estaban vendiendo desde marzo de 2016.
González explicó que desde que la gobernación y Cortulara entregaron los locales, el ofrecimiento de ayuda para optar por créditos de Fundeme y Fundapyme además de talleres formativos para la atención al cliente, como lo informó el secretario de gobierno para esa época, Teodoro Campos, nunca se materializó.
“Teníamos tiempo sin trabajar, fue hace poco que el jefe pudo comprar la mercancía y llenar aquí el kiosco. Aquí la cosa está dura porque apenas se venden de 3 a 4 productos diarios”, relata González al explicar lo difícil que se les hace ser productivos en esta zona.
El abandono en estos locales es tan evidente que en la actualidad hay dos personas mayores en situación de calle que tienen estos recintos como lugares para dormir y guardar sus peroles y el año pasado hasta una persona fallecida ubicaron las autoridades de seguridad en uno de los módulos.