El consultor tributario considera que la presión fiscal que hay en Venezuela está dejando sin fondos a los empresarios
Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.-& ;»En Venezuela existe una legislación tributaria marcada por la improvisación, donde el presidente de la República a veces emite anuncios que después no son publicados en Gaceta Oficial, como la eliminación de la exoneración de impuestos. Se dejan sin efecto providencias, tan sólo 24 horas de haberse informado, como la relacionada con el Instituto Postal Telegráfico de Venezuela (Ipostel), que pretendía regular el servicio de delivery en el país. O incluso hay algunos artículos de normativas mal redactados que no se entienden, «y los contribuyentes tienen que apelar a la creatividad para hacer el pago», así lo considera Héctor Orochena, licenciado en Ciencias Fiscales, consultor y auditor tributario.
Ante el empeño del mandatario nacional de duplicar la recaudación fiscal, que el año pasado fue 5.500 millones de dólares, según el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), considera que las políticas que adopten no pueden estar de espaldas a la realidad económica del país, donde pocas empresas pagan impuestos y un gran número están en la economía oculta.
Venezuela está considerada como el país de Latinoamérica con mayor presión fiscal. ¿Cuánto representa la carga tributaria de las empresas y por qué genera tanta preocupación en el mundo gerencial?
Hay estudios que indican cálculos que la presión fiscal oscila entre 45 y el 80% de la utilidad de las empresas. ¿Qué significa esto?, que si tú tienes ingresos, efectúas tus gastos y te ganas 100 bolívares, ¿qué haces con ese dinero?, básicamente tres cosas: uno, lo reparte como dividendo para los socios, dos, lo reinviertes en la compañía para mejorar tu capacidad productiva y tres, la combinación de estas dos cosas. Un poquito para invertir y un poquito para los socios. Pero resulta que cuando comienzas a hacer el cálculo, entonces tienes que pagar toda una batería de impuestos como: la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti), drogas, deportes, Impuestos de los Grandes Patrimonios, Impuesto Sobre La Renta (ISLR), Impuesto Al Valor Agregado (IVA), Impuesto de Grandes Transacciones Financieras (IGTF), impuestos municipales, parafiscales, Seguro Social, Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), política habitacional. Que cuando sumas todo esto, te encuentras desafortunadamente con el escenario que debes dedicar parte de esa utilidad al pago de los impuestos.
¿Qué te queda realmente para reinvertir?
Ese es el asunto, debe preocupar que tú sientas que tu empresa se está estancando porque los impuestos son de tal magnitud que no te dejan fondos para reinvertir y seguir creciendo. Y luego de eso tú te encuentras que has trabajado muchísimo y tienes ventas, y digamos lo que te queda para repartir entre tus socios no justifica todo el esfuerzo efectuado durante un año de trabajo. Entonces es natural que los empresarios deseen que haya una racionalidad del sistema tributario por razones básicas: primero desean tener una renta que justifique su trabajo y esfuerzo, y lo segundo es que todo empresario lo que quiere en el fondo es que esa empresa siga creciendo y es precisamente reinvirtiendo parte de las utilidades que eso se logra.
¿Hay toda una institución que está fomentando la informalidad en el país?
Yo creo que sí. Por ejemplo, para un emprendedor que ve un nicho de negocio interesante tiene el tema de la máquina fiscal que puede costar entre 800 y 1.000 dólares, una económica. Ya es un dinero que posiblemente no tenga para invertir, entonces dice, bueno si no tengo fondo para comprar la máquina fiscal, me mantengo al margen de la legislación tributaria porque yo necesito seguir adelante. Luego tiene que pagar el IVA, ISLR, tengo que pagar el impuesto municipal. Entonces, cuando en algunos otro países la solución que se le ha encontrado es la figura de una especie de monotributo o inclusive, para nuevos emprendedores hay algunos sistemas tributarios que plantean lo que llamamos regimientos simplificados de tributación, que son los mecanismos tributarios que tienen dos objetos fundamentales: uno de ellos es estimular la incorporación de estos nuevos contribuyentes al sistema tributario, una especie de pague poco, pero pague algo, y luego eso por supuesto va a significar una mejoría en la recaudación y progresivamente tú vas incorporando ese contribuyente que hoy puede que esté pagando poco, pero que mañana puede ser una gran empresa, tienes que permitirle la menor cantidad de trabas posibles.
¿Por qué si tenemos una economía tan débil, Venezuela es el país con más presión fiscal de Latinoamérica?
Si el presidente o el Gobierno desean que haya un incremento importante de la recaudación, lo primero que tiene que hacer es montar, diseñar una política económica consistente que precisamente estimule al aparato productivo interno a seguir produciendo. Porque en la medida que se está produciendo, en esa misma medida venderá más cosas, en esa medida se pagarán impuestos. No se puede pensar en un incremento de la recaudación en el país que el presidente dijo que pensaba duplicar la recaudación este año, ¡caramba, cómo se va a duplicar la recaudación si la estimación que se tiene es un crecimiento exiguo del Producto Interno Bruto (PIB), que en el mejor de los escenarios se estima entre 6 y 8%.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este viernes, 01 de marzo.& ;