Luis Felipe Colmenárez | LA PRENSA de Lara.- El exparlamentario y abogado defensor de derechos humanos Rafael Narváez, asegura que la falta de separación de poder y el «desprecio» hacia los derechos humanos que existe en el país, mantiene a la democracia en «terapia intensiva».
«La vitalidad de una democracia es la existencia de poderes públicos autónomos e independientes sin estar sometidos a disciplina partidista para que puedan cumplir con sus atribuciones establecidas en nuestra CRBV» indicó.
El experto en leyes comenta que la los poderes públicos venezolanos se han convertido en adversarios de las garantías constitucionales y de los derechos humanos, colocando a los ciudadanos en un alto nivel de indefensión.
Destaca que las personas no cuentan con alguna instancia a la cual puedan acudir para exigir el restablecimiento de sus derechos.
A sui juicio, el Estado permanece indolente ante el sufrimiento de las personas, además de no ofrecer posibles soluciones.
«Por el contrario lo que ofrece es una orden a los cuerpos de seguridad del estado aplicar represión, detenciones arbitrarias, cárcel y desaparición forzadas de personas cuando alguien reclama sus derechos» continuó diciendo.
Por otro lado, comentan que la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo «incomoda».
Asimismo, menciona las agresiones y amenazas de las cuales son víctimas los médicos venezolanos por parte de los cuerpos de seguridad.
En ese sentido, expuso la falda de humanidad que según él se vive dentro de los centros de reclusión, donde los detenidos por motivos políticos sufren tratos crueles e inhumanos.
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