LA PRENSA.- Para el presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, los inversores están deseando acudir a Venezuela, pero se frenan ante la desconfianza por una política del régimen obsesionada con «perseguir a los empresarios».
Durante un encuentro de la CEOE en Madrid, dijo que la única salida para romper con esta desconfianza y salir grave crisis en el país es unas elecciones, pero «verdaderas».
Asegura que el sector industrial tenía más de 12.000 establecimientos en 1998, pero para esta fecha no llegan a 4.000, de ellas un 25% a capacidad instalada, por falta de materia prima. Avecina que si la situación no cambia, estas mil empresas podrían cerrar este año, como le sucedió a Kellogg’s.
En tres años, 44 empresas transnacionales emblemáticas se han retirado. El empresariado venezolano sigue trabajando con las uñas, con gran esfuerzo para abastecer el mercado, pero hay que corregir los problemas transversales. El Gobierno subió en mayo el gasto público en un 5.800% y en más de un 4.800% la liquidez monetaria. No reconoce que esa es la causa de la hiperinflación y lo justifica por la especulación, la guerra económica, el empresario».
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