LA PRENSA DE LARA | EFE.- Juan Guaidó, reconocido como presidente de Venezuela por casi 60 países, aseguró en una entrevista con EFE que la oposición del país caribeño no va a permitir que el chavismo «usurpe el Parlamento» en las elecciones de diciembre y que, para ello, es necesario reinventarse.
Pregunta (P). ¿Habrá elecciones legislativas el próximo 6 de diciembre?
Respuesta (R). Bueno, lo que está planteado es una trampa. No reúne condiciones mínimas e incluso así lo destacó la Unión Europea en pleno y también el Grupo de Lima el pasado viernes. Hoy lo que plantea la dictadura nuevamente es usurpar, en este caso, el Parlamento Nacional, que es nuestra lucha, en definitiva. Reunir condiciones que, a través de una elección, convierta una posibilidad de cambio y de progreso en Venezuela. Atender la emergencia, que es una catástrofe para los venezolanos en este momento, que ha trascendido a un desastre ecológico, a una crisis humanitaria compleja en medio de una pandemia. Es muy compleja la situación que estamos atravesando en este momento y, precisamente, nuestra bandera de lucha son las condiciones mínimas para que un proceso electoral sea una oportunidad de transición y cambio en Venezuela. Lo que está planteado por parte de la dictadura es simplemente usurpar, un fraude, es, nuevamente, como hicieron en 2018, querer burlarse de los venezolanos y también de la comunidad internacional. Pero, no tienen capacidad en este momento de atender la pandemia. Pongo en duda su capacidad operativa, incluso, para cometer un fraude. Es la intención de la dictadura (hacer elecciones), que pretende eternizarse en el poder en detrimento de todos los venezolanos. Ahí está el informe de la alta comisionada para los Derechos Humanos (de la ONU), Michelle Bachellet. La persecución, el hambre en Venezuela solo es comparable con países como Sudán, el Congo o Afganistán. Venezuela tiene millones de posibilidades para la agroindustria, por ejemplo, pero aquí hay que hacer una salvedad: hoy está en duda la capacidad operativa de la dictadura. Pueden tratar de imponer el fraude, pero no va a ser distinto el resultado a lo que ya sucedió en 2017 y 2018 (con las elecciones presidenciales), que fue desconocido, que no tuvo participación por parte de la ciudadanía. Y hoy, 28 partidos de la alternativa democrática de Venezuela lo rechazaron.
P. ¿Qué repercusión va a tener el acuerdo de los 28 partidos opositores para no participar en las elecciones legislativas?
R. El primer elemento y el más importante es la unión de todos los factores en Venezuela, más allá de todos los factores que ha intentando extorsionar o sobornar la dictadura, que son los denominados «alacranes», haciendo referencia a que traicionaron a los que inicialmente habían sido sus electores. Estos, además, están sancionados por la Unión Europea y están vinculados a casos de corrupción. Entonces, la primera repercusión es que los 28 partidos están unidos rechazando el fraude y buscando alternativas para, en pandemia y en dictadura, poder ejercer la mayoría de cara a elecciones presidenciales y parlamentarias con cinco condiciones fundamentales: la primera, el derecho a elegir y ser elegido, que es algo elemental. Es decir, a través de la inhabilitación, cárcel política, exiliados, no puede ser la dictadura la que determine quiénes son los candidatos a una elección. Hay casi un millón y medio de refugiados venezolanos (exiliados) en el exterior que deberían poder ejercer su derecho al voto.
Lo segundo es (que) los partidos (deberían estar) en manos de sus dirigente legítimos. Es decir, supongamos que en España el PP, PSOE, Podemos, VOX o cualquier otro partido, venga el Tribunal (Superior) y designe a dedo quiénes son sus dirigentes. Eso es lo que está pasando hoy en Venezuela.
El tercer elemento es el cronograma electoral presidencial y parlamentario. El cuarto elemento es el árbitro, que el Consejo Nacional Electoral en Venezuela sea designado, como dice la Constitución, por el Parlamento y el quinto elemento es la observación electoral. Son elementos básicos, elementales. Si hay elección, en Venezuela en cinco días, yo no podría ser candidato a nada porque tengo inhabilitación, persecución, al igual que los principales líderes de cada partido. Eso es fundamental para nosotros.
P. ¿Qué supone para el Gobierno de Nicolás Maduro el apoyo internacional a la no participación en las elecciones legislativas por parte de la oposición?
R. La derrota de esa trampa. Eso es lo que representa para Maduro, porque el régimen de Maduro está aislado por decisión de la dictadura de Maduro, que se aíslan de la comunidad internacional al desconocer este Parlamento (Asamblea Nacional liderada por Guaidó). Han intentado no menos de 96 recursos en el Tribunal Supremo de Justicia hasta llegar a alegar que el Parlamento está en desacato. De nuevo, imaginemos en España o en Italia o en Francia que un poder autónomo no puede ejercer sus deberes completamente y preventivamente, según la dictadura. Entonces, lo primero que representa ese anuncio internacional es la derrota política del fraude que pretende perpetrar Maduro, que, de continuar con la soberbia, seguirá aislado y arrastrando al país a una crisis peor. Si hoy tenemos más de 5,2 millones de refugiados, podríamos superar a Siria. Eso es lo que representa la soberbia de un dictador sin respaldo popular y que pretende, nuevamente, secuestrar unas elecciones. Por nuestra parte representa el apoyo a la causa democrática venezolana y el aumento de presión internacional e interno para favorecer las cinco condiciones para lograr convertir un proceso electoral en una ventana de oportunidad de cambio y poder resolver la crisis humanitaria en Venezuela y recuperar confianza. Hay un elemento fundamental en este momento: estamos produciendo alrededor de 300.000 barriles de petróleo al día. Venezuela producía 3 millones y medio, ha decaído y no somos, en este momento, un país petrolero. Somos un país con petróleo, que, por cierto, ese petróleo está vertido y perdido en el mar Caribe, destruyendo una de las zonas más ricas a nivel de ecosistemas y biodiversidad en el mundo entero. Esa es la gestión del régimen de Maduro. Entonces, hay una cuestión fundamental que es el acceso a financiamiento y recursos para atender la emergencia. No hay manera de que el régimen pueda acceder a préstamos porque no tiene confianza. No es solamente un tema geopolítico, sino de indicadores financieros. Nadie le prestaría a un vecino endeudado y señalado por narcotráfico, por terrorismo y por acabar con un país entero. Incluso el entorno del dictador tendrá que entender que no hay forma de que, mientras ellos estén de esa manera, podamos salvar, atender al emergencia y recuperar a Venezuela.
P. ¿No cree que si se presentasen a las elecciones podría pasar lo que ha ocurrido en Bielorrusia y recuperar de nuevo la calle?
R. Hay un elemento clave, que es el ejercicio de la mayoría. Estamos haciendo un paralelismo con lo que está pasando en Bielorrusia. En Venezuela, hemos tomado la calle muchas veces. Hay 400 asesinados en la calle ejerciendo nuestro derecho a la protesta. Yo mismo tengo todavía proyectiles alojados en mi cuerpo de haber ejercido la protesta en 2017, en 2018 y mucho antes. Ese escenario, lo que tenemos que hacer es retomarlo, hemos estado ahí una y otra vez, hemos utilizado el escenario de movilización a través de elecciones, como hicimos en 2015 cuando ganamos el Parlamento, pero fuimos un paso más allá. No solamente expresamos la mayoría, sino que logramos arrebatarle a la dictadura el Parlamento. Por años de experiencia, en defensa del voto, en construcción de mayoría, en visibilizar el fraude lo logramos ese 2015. ¿Qué hizo la dictadura? Destruyó el Parlamento, 96 sentencias en contra de la Asamblea, 46 parlamentarios presos y exiliados, inmunidades allanadas o violadas, así que el reto es ejercer la mayoría, como lo están haciendo en este momento en Bielorrusia. Tenemos que reinventarnos, pero el esquema es el mismo, es la manifestación, las protestas, la huelga, la consulta.
P. Su mandato al frente de la Asamblea Nacional termina el 5 de enero. ¿Quién tomará el control?
R. Nuestra Constitución dice que el período parlamentario es de 5 años, que llega a término el 5 de enero de 2021. Nuestra lucha es para renovar poderes públicos en Venezuela. El Ejecutivo, que desde 2018 está vacante y yo soy presidente encargado, como dice la Constitución, hasta lograr una elección presidencial libre, justa y verificable, que solamente en dictadura se les ponen apellido a las elecciones. Hay también una disposición de continuidad, que es una de las opciones que tenemos, pero también tenemos la posibilidad de la consulta, de redefinir una transición, que fue la que aprobamos en 2019, que da sustento jurídico y legal al mandato interino. Lo que puedo decir es que no va haber vacío de poder. La dictadura va a tratar de usurpar el poder del Estado. Ya lo hicieron con el Ejecutivo, con el Judicial, con el Electoral, porque nos tiene en esta crisis con indicadores solamente comparables con países en guerra. No vamos a permitir que se usurpe el Parlamento, y va a ser una lucha institucional, constitucional, pero principalmente en el ejercicio de la mayoría. La estrategia de la dictadura es propagandística. Hace falta salirnos de la trampa que pretenden comunicar. Hace años, en Venezuela, quizás había una lucha (ciudadana) por el poder. Hoy ya no, hoy la gente lucha por poder comer, por tener agua. Es una tragedia sin precedentes en un país con inmensos recursos naturales que están siendo extraídos de manera ilegal.
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