Agencias | LA PRENSA DE LARA.-& ; Nicolás& ;Maduro habría ajustado los sueldos de los militares venezolanos. El grado militar más alto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es el de General o Almirante en Jefe, que tienen, entre otros, el Ministro de la Defensa Vladimir Padrino López y el Comandante Estratégico Operacional Remigio Ceballos Ichaso. Con el nuevo tabulador que rige la institución a partir del 01 de noviembre un oficial de ese rango recibirá, si tiene uno o dos años de antigüedad, entre 8.959.200 o 9.012.000 bolívares (un poquito más de 17 dólares estadounidenses según el mercado no oficial), incluidos el sueldo básico y las primas por antigüedad, por hijos y profesionalización, además del Factor Multiplicador.
La información la dio a conocer la periodista Sebastiana Barraez. A través de una nota publicada en el portal informativo Infobae, indicó que hay que destacar que no se sabe cuál es el monto exacto, en el caso de Padrino López, porque el Tabulador solo cuantifica hasta dos años máximo en el grado militar, pero el Ministro de la Defensa es egresado de la academia militar en 1984, promoción General de Brigada Juan Gómez Mireles, donde ocupó el puesto 18 de mérito, por lo que pertenece a la última promoción de 30 años en la Fuerza Armada. A partir de allí los militares permanecen 33 años de vida militar activa.
Ceballos, promoción Contralmirante Agustín Armario González 1985, donde ocupó el séptimo lugar, sí entra en los 33 años de vida activa, pero aun así debió pasar a retiro hace dos años.
El resto del generalato gana, con el aumento, lo siguiente: un Mayor General o Almirante, no más de Bs. 8 millones 853 mil (17 dólares); general de división con el mayor número de años Bs. 8 millones 721 mil (17.7 dólares): y el general de brigada o contralmirante 8 millones 61 mil bolívares (15,5 dólares).
Un coronel o capitán de navío, con el máximo de 28 años de servicio, cuatro de antigüedad en el grado, recibirá de salario integral 7 millones 834 mil bolívares (15 dólares).
En el caso del teniente coronel o capitán de fragata, que tenga entre 18 a 23 años de servicio, 12.6 a 13.7 dólares. Para un mayor o capitán de corbeta, con 14 a 18 años de servicios, podrá recibir entre 11 a 12.2 dólares.
En el caso de los Oficiales Subalternos si es un capitán de la GNB o el Ejército o teniente de navío con 9 a 13 años de servicio, su salario integral es de 9.2 a 10 dólares mensuales.
La pensión de un coronel con primas, bonos de alimentación y defensivo podría llegar a 19 dólares& ;
En el caso del Primer Teniente o Teniente de Fragata en la Armada, con 4 a 8 años de servicio, podrá recibir entre USD 8.1 a 8.9; finalmente si es Teniente o Teniente de Corbeta o Alférez de Navío, como lo llaman ahora con la modificación de la Ley de la Fuerza Armada, podrá recibir entre 3 millones 911 mil a 4 millones 86 bolívares (7.5 a 7.8 dólares americanos).
Lo único que les varía un poco los montos recibidos son los bonos que se los asignan según alguna ocasión o cuando a Nicolás Maduro le parece bien.
Ni para la rifa
Lo que está atravesando la Fuerza Armada Nacional venezolana, tanto oficiales activos como en reserva activa, es inaudito. Es tan risible el sueldo como las pensiones, que apenas pueden alcanzar para cubrir algunos alimentos.
En el caso del generalato y almirantazgo hay quejas internas, pero en la tropa profesional o alistada es un alarido, que lleva a que los más inmorales obtén por extorsionar, cometer delitos, narcotráfico, secuestros robos y atracos.
Mientras la jerarquía militar tiene un discurso floreado que para nada se corresponde con la realidad, ni con la situación económica o social del militar ni el apresto operacional de las unidades militares, la crisis arropa a la institución castrense.
Veamos esta dicotomía. El Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA) ofrece que, para participar en la rifa navideña, debe haber hecho una compra superior a 3 millones de bolívares (poco menos de 6 dólares), que para un teniente es casi la totalidad de su salario de un mes, incluyendo las primas de hijos, profesionalización y antigüedad.
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Fuente: Infobae / Sebastiana Barráez