Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- Comenzó la «segunda oportunidad» que pidió Juan Guaidó a la población, luego de ser ratificado en la Presidencia de la Asamblea Nacional y en la Presidencia interina del país por 100 diputados. Así lo considera Jairo García, abogado en derecho constitucional, quien sostiene que los opositores fueron catapultados luego de las últimas acciones del gobierno de Nicolás Maduro tras evitar el normal acceso al lugar y proclamar a una junta directiva con disidentes opositores señalados de recibir sobornos y estar vinculados con hechos de corrupción.
Alerta el también profesor universitario que este momento del líder opositor puede durar poco si no aprovecha, en el corto plazo, el apoyo de los 50 países y si en el seno opositor no hay cohesión, racionalidad y manejo de las emociones en la población. Recomienda que «la oposición piense en grande», ante la amenaza de unas eventuales elecciones parlamentarias en el primero trimestre de 2020.
¿En qué posición política se encuentra Juan Guaidó en la actualidad?
Se encuentra fortalecido, por lo grotesco que significó la designación de una junta directiva dentro del parlamento, de la manera tan grosera como se hizo impidiéndole físicamente la entrada a los diputados opositores a la AN; esa cosa grotesca favoreció a Guaidó y representa la legitimidad y la mayoría democrática. Pero el gobierno no es inocente. Ellos planificaron todo, y lo hicieron para radicalizar aún más las posturas políticas en el país, porque está preparando unas elecciones parlamentarias a su medida, y está tratando de que la oposición se abstenga.
¿Si el gobierno juega a las elecciones adelantadas, qué posibilidades estratégicas tiene la oposición en los primeros tres meses del año?
No participar en unas eventuales elecciones sería negativo, porque es ceder espacios políticos ganados. Es obvio que el gobierno se está preparando para unos comicios, porque quiere mejorar su imagen internacional, incluso sus aliados se lo exigen, tiene que mejorar su legitimidad popular y una de las maneras que está viendo es a través de las parlamentarias, que ellos tratan de manipular. Si la oposición va cohesionada a esas elecciones, puede generar un quiebre de presión, porque si cometen fraude será culpa de ellos, no de los votantes. Deben diseñar el futuro del país, dejar de pensar en pequeñas cuotas de poder y pensar en grande, o seguirán fragmentándose tal como espera el gobierno.
¿Deben participar, aun si el gobierno presione con el TSJ y la ANC de designar a las nuevas autoridades del CNE?
El TSJ puede tomar decisiones que vaya en contra de los principios y de la convivencia política. Hay amenazas de todo tipo, pero el sector opositor no puede pretender que el gobierno ceda sin presión. El gobierno va a ceder, cuando haya realmente fuerza, unidad total opositora para que se genere ese quiebre necesario, contra esa estructura paralela desde el punto de vista legal, que se ha montado en la AN. Sólo así puede haber un gobierno de transición y comenzar la conducción del país.
¿Cómo conseguir la participación de la gente en los nuevos llamados de protesta de calle que hace Guaidó, considerando el poco respaldo que tuvo en diciembre?
Es probable que en este momento el ánimo este un más elevado, y es un bueno momento para movilizar a la gente, pero tiene que haber un propósito en esas movilizaciones. Las críticas que se hacían de las movilizaciones en 2017 y 2019, eran porque no tuvieron un plan a seguir, no había un mensaje que articulara a todos los ciudadanos. Hay una responsabilidad del liderazgo político de diseñar una estrategia, un mensaje realista, que conecte con los sectores populares para reconstruir la democracia.
¿Con todo lo que ha pasado desde el 5 de enero, existe una dualidad de poderes en la Asamblea Nacional?
No tenemos sino una sola Asamblea Nacional, La representada por la mayoría, que apoyó a Guaidó y lo ratificó como presidente de la Junta directiva del Poder Legislativo, y presidente interino del país. La otra porción de diputados que representan la minoría, no han demostrado que tengan más de 50 o 60 diputados. No tienen quórum para legislar porque requieren de 84 diputados. Esa Asamblea que llaman oficialista, no existe desde el punto de vista constitucional.
¿Cómo recuperar la sede de la AN si el gobierno sigue instalando piquetes de seguridad fuera del edificio. Juega al desgaste se la oposición?
Sí, es factible. Pero los 100 diputados de mayoría opositora deben recuperar la sede del Palacio Federal Legislativo, así continúe el asedio de la GNB, porque ese escenario es simbólico para la política y el país. Luchar por sostener ese espacio, es indispensable.
¿Qué tan legal puede ser que legislen desde la calle, o fuera del parlamento, como lo hicieron con la sesión del 5 de enero en la sede de El Nacional?
Lo permite el Reglamento de Interior y Debate, incluso la AN puede ser itinerante, y sesionar en distintas partes del país. La normativa dice que la sede es el Palacio Legislativo, pero que la AN por mayoría, puede decidir sesionar en otro sitio.
¿Cómo pueden aprovechar el respaldo internacional que han tenido la mayoría de los diputados opositores?
Por ahora es algo simbólico lo que se puede hacer, como avanzar en el tema del TIAR que no es una panacea, y que no implica una intervención de la Fuerzas Armadas, sino medidas que pueden presionar aún más al gobierno, como ir avanzando en sanciones más especificadas contra los jerarcas y no que afecten a la población. Pueden ir avanzando en convenios para que haya una recuperación de activos que han sido saqueados de la República. A Juan Guaidó se le abre la posibilidad de ser más eficiente con lo poco que tiene en la mano, que es la legitimidad ante casi 60 países, que pueden colaborar para aliviar el sufrimiento de la gente