Redacción | LA PRENSA DE LARA.- Gabriel Álvarez gerente de Impacto Ron Santa Teresa participó en el FORO: Venezuela Experiencias Positivas, donde presentó la conferencia especial: Proyecto Alcatraz, del cual es co-fundador.& ;
El Ingeniero Industrial con formación en negocios en Harvard Law School, MsC En Seguridad y Defensa Nacional, especialista en Negocios y Mercadeo egresado del IESA, destacó como sus procesos de reinserción y transformación le han cambiado la vida a distintos jóvenes.& ;& ;
El Proyecto Alcatraz busca reinsertar en la sociedad a jóvenes y adultos a través de los valores que enseña el Rugby: respeto, disciplina, trabajo en equipo, espíritu deportivo y la humildad.
Todo inició en 2003, en medio de una guerra de bandas delictivas, «la placita» y «el cementerio«. Álvarez comenta que la banda La Placita robó la Hacienda Santa Teresa en busca del armamento de los vigilantes para así enfrentarse a su banda enemiga. Posteriormente del robo, la directiva de la hacienda decidió buscar a los responsables, y así dieron con «Cara e León», a quien le ofrecieron trabajar gratis para ellos y así pagar su ofensa. Luego de tres semanas el joven identificado como «Cara e León» decidió llevar a toda la banda a la hacienda para que sus amigos «experimentaran el mismo cambio que el», y así nació el Proyecto Alcatraz.& ;& ;
«Nos dimos cuenta que desarmamos una banda criminal& ;sin una bala ni violencia, solo con darles una oportunidad» fueron las palabras del co-fundador de este proyecto de reinserción social. El ingeniero explica que la comunidad donde vivían estos hombres estaba inmersa en «hampa«, donde hasta las madres distribuían drogas a través de sus hijos pequeños para no ser descubiertas por la policía.& ;
«Los muchachos de la banda número dos aceptaron entrar y eran 36, ya teníamos dos bandas delictivas y empezamos a trabajar con ellos en montañas separadas». Gabriel Álvarez gerente de Impacto Ron Santa Teresa, informó que el elemento crucial que ayudó a estas bandas a unirse fue la palabra, «en el hampa hay ética, si tu prometes algo hay que cumplirlo, y la palabra de ellos fue: santa teresa es un territorio neutro, allí entro el rugby«.
Álvarez explica que los valores del rugby eran importantes para esos jóvenes: respeto disciplina, trabajo en equipo, espíritu deportivo y la humildad, lo que posteriormente se convirtió en el mantra de proyecto alcatraz. «Acá se rompió la jerarquía de las bandas, lo piramidal se convirtió en horizontal, todo el mundo por igual estaba aprendiendo un deporte que no tenían ni idea de como se jugaba, con el rugby logramos calmar las aguas entre las bandas y reducir del 90% del índice delictivo en la comunidad». «Lo que eran dos bandas se convirtió en un equipo de rugby, porque en vez de darles la espalda le dimos una oportunidad».& ;
Así mismo contó que fueron citados a Tocorón, donde explicaron sus intenciones y lograron que más de 20 jóvenes comenzaran a practicar Rugby. La Hacienda Santa Teresa con el Proyecto Alcatraz han logrado realizar 12 festivales, siete torneos, se encuentran en 13 estados del país y con presencia desde hace cinco meses en Madrid junto a la Fundación Cisneros.
Anther Herrera, un reclutado alcatraz, jefe de la antigua banda criminal 11, también contó su experiencia, un joven que desde los 14 años vio actividades delictivas en su entorno como robos y secuestros «en el día a día de una banda tener un arma de fuego es lo que te hace sentir seguro porque no confías en nadie».& ;
«Nosotros les preguntamos porque ayudar a todas estas personas, y respondieron que ellos creían en el perdón y las segundas oportunidades, todas las personas merecen una segunda oportunidad«. El la actualidad Anther Herrera es& ;embajador de la marca 1796, recibe clases del proceso productivo del ron, clases de oratoria, mixología e ingles, así mismo tuvo la oportunidad de ser jugador de la selección de rugby de Venezuela, con la que jugó un torneo en España en el que llegaron a cuartos de finales.
El Proyecto Alcatraz, a pesar de todas la trabas y personas que afirmaban que sería un fracaso, continúa confiando y dando segundas oportunidades.