Agatha Reyes | LA PRENSA DE LARA.- La falta de condiciones en los centros de salud, la poca dotación de insumos de bioseguridad, más la falta de presupuesto en las universidades del país, hace que estudiar medicina en Venezuela sea un verdadero reto, pero también un riesgo.
La aseveración corresponde al sociólogo Carlos Meléndez, miembro del Observatorio de Universidades de Venezuela. Y es que según una encuesta aplicada por Enobu Salud, el 51% de los estudiantes y profesionales de la salud, no han recibido dotación alguna para enfrentar la pandemia del Coronavirus que ha dejado al menos 90 mil 047 personas contagiadas en el país.
Meléndez indicó que según la encuesta, donde estudiaron la dotación al personal de salud (profesionales y en estudio) y el funcionamiento de los servicios en los principales centros de salud, constataron que al 24% no les suministran mascarilla, el 61% no posee trajes de bioseguridad, al 69% no le llegan los gorros, mientras que el 43% no recibe suministro de guantes.
Estos equipos que según la Organización Panamericana de la Salud son indispensables para los trabajadores en los centros asistenciales escasean, dejando en riesgo la salud de quienes hoy están en la primera línea de batalla contra el virus.
Pero la falta de dotación no ha sido la única dificultad, pues en el caso de los estudiantes de medicina, el 46% de los encuestados no ha recibido entrenamiento que permita hacer frente al virus, mientras que el 29% asegura haber recibido un entrenamiento previo que dicen no ha sido suficiente.
Estos porcentajes son similares a los arrojados tras consultar si alguno había recibido información directa sobre la protección para evitar contagios de la COVID-19 al momento de atender a pacientes, pues el 51% asegura no haber recibido ningún tipo de entrenamiento. Según la OBU «en Venezuela se incumple la normativa sanitaria de responsabilidad ante la pandemia del coronavirus».
«No existen condiciones mínimas contra la COVID-19 por falta de agua en centros de salud», dijo Meléndez, dejando ver otra de las dificultades a las que se enfrentan tanto médicos como estudiantes del área.
Según la encuesta que fue aplicada durante los meses de julio – agosto del 2020, las condiciones de saneamiento en los espacios de trabajo son deficientes. En cuanto al funcionamiento de los baños el 33% aseguró que estos no están en funcionamiento, mientras que el 31% asegura que el servicio de agua potable es nula.
La falta de insumos de limpieza también afecta al personal, pues en el 85% de los centros asistenciales hay escasez de los productos, en el 70% faltan lavamanos, en el 67% hay suciedad en los ambientes y en el 59% faltan contenedores para depositar desechos tóxicos.
«No hay atención en las escuelas de enfermería, hay deterioro de las estructuras,, no hay baños operativos, lavamanos , no hay agua y jabón, en hospitales pasan hasta dos o tres días sin el servicio básico» denunció Liliana Rojas, doctora y docente de universidad del Zulia.
A la falta de agua, se suma las fallas en el servicio eléctrico, pues en el 66% de los centros de salud hay fallas en el suministro de energía.
Según Carlos Meléndez, estas fallas eléctricas comprometen vida de neonatos y personas de la tercera edad que se encuentran en áreas de cuidados.
Dificultades de movilización
Los estudiantes y docentes que participaron en la encuesta, también precisaron que se enfrentan a diario a la dificultad de movilizarse hasta los lugares de trabajos, pues el 50% se debe movilizar en unidades de transporte público que presentan una paralización por la escasez de gasolina, además de la prohibición de circulación durante las semanas de cuarentena radical.