Agentes de la policía política del Gobierno de Nicolás Maduro estarían dando dinero a grupos de migrantes venezolanos que se encuentran en situación de calle en Bogotá y otras ciudades colombianas con el fin de «alterar» el orden público.
& ; & ; Agencia | La Prensa del Táchira
La denuncia la hizo la diputada tachirense Gaby Arellano (exiliada en Colombia) indicando que son funcionarios de organismos de seguridad como el Sebin y Dgcim los que estarían infiltrados en esos cambuches.
La diputada Arellano, hizo la denuncia, señalando los infiltrados están en el campamento en la Autopista Norte de Bogotá, para alterar el orden público y generar caos migratorio.& ;
La dirigente de oposición informó que «todas las noches llegan personas a la autopista, donde se han concentrado migrantes venezolanos en cambuches, les proveen de comida y carpas, y les dan dinero para que se queden allí para alterar el orden público«.
En las últimas cuatro semanas alrededor de 500 personas se aglomeraron en la salida de la ciudad de Bogotá, en la Autopista Norte, a la espera de ser trasladados hasta la frontera. Sin embargo, debido a las restricciones de las autoridades venezolanas, los corredores humanitarios hasta Cúcuta fueron suspendidos.& ;
«Aprovechándose de que no pueden circular por el país, agentes de la policía bolivariana de Venezuela (Sebin y del Dgcim), de los cuales venimos alertando de su presencia en la ciudad de Bogotá, manipulan a los venezolanos para que se formen cambuches en las calles y generen molestias, además de convertirse en riesgo por un foco del coronavirus», agregó Arellano.& ;
La diputada tachirense aseguró que una mujer es quien manipula a estas familias de migrantes que están allí pernoctando en la vía que de la Capital de la República conduce a Chía, y las convence de quedarse y no recibir el apoyo de la Alcaldía de Bogotá y organizaciones humanitarias que les han ofrecido instalarse en refugios temporales.
«Esta señora, llamada Milagros, ayer fue solicitada para una entrevista y no pudo atender ya que se encontraba en el centro de la ciudad haciendo compras. ¿Cómo una persona en esa situación económica precaria puede estar comprando artículos?, ¿de dónde sacó el dinero?«, cuestionó Arellano.
Indicó además que varias personas en el campamento cuentan con carpas de marcas costosas y cavas que en sus condiciones sin ingresos no podrían adquirir recientemente, «están más cómodos que otros porque les dan dinero para que se queden allí tranquilos».
Según denunció Arellano, esta situación no solo ocurre en Bogotá, sino en sitios públicos de Cali, Bucaramanga, Pamplona y Cúcuta. «Los infiltrados están acá haciendo funciones para el régimen que cada día les cierra más las puertas a sus ciudadanos y culpa a Colombia de no atenderlos, cuando ellos mismos se están contradiciendo al no poder controlar esta situación de emergencia sanitaria. Han limitado la entrada porque no hallan qué hacer», sostuvo la opositora.
Con información de proyecto Migración.
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