LA PRENSA | Agencias-.& ;Fuerte contaminación en el preescolar Andrés Eloy Blanco ubicado a escasos cinco metros del Hospital Central de San Cristóbal tiene enfermos a 130 niños entre tres y seis años de edad. La situación se originó por una laguna que se formó por obstrucción en unas tuberías y por los daños del incinerador del centro hospitalario.
«El incinerador es un grave problema que tenemos, porque cuando se enciende en horas de trabajo y& ; los niños están dentro del aula, tenemos que salir corriendo del salón con los niños y ubicarnos en otras aulas porque el olor que sale de lo que queman en el incinerador es terrible, es terrible. Hemos hecho diferentes oficios pasados al hospital central para tratar de canalizar que hagan un cronograma de las horas que cremen o los días que lo harán, para evitar afectar tanto a los niños y docentes de este plantel», expresó la profesora del preescolar Andrés Eloy Blanco, Raquel García
Los olores son fétidos e inundan todo el plantel educativo y las áreas del hospital central como la emergencia, lavandería, rayos X, la cocina, las calderas y los depósitos de farmacia.
Si se cierra el incinerador, se cierra el hospital
El director general de la Corporación de Salud, Hildemaro Pacheco se acercó hasta la zona del hospital Central de San Cristóbal donde está ubicado el incinerador, y señaló que están conscientes y preocupados del grave daño que generan las deficiencias que presenta este procesador de desechos: «sabemos del impacto que causamos en la comunidad, porque en ese incinerador se queman todos los desechos generados por las actividades propias del hospital, por ejemplo placentas, miembros amputados, tumores extraídos. Son desechos que no pueden ir a un vertedero de basura porque son de alto grado de contaminación y pensar en cerrar el incinerador es automáticamente negar que el hospital siga prestando los servicios que tanta demanda tienen en la población».
Explicó, que es un equipo viejo construido hace 50 años, con especificaciones de la época, pero el creciente desarrollo de la tecnología hizo que este incinerador quedará desfasado.
«La chimenea colapsada tiene tres metros y se va a llevar a 12 metros que son los estándares mínimos internacionales. Se va a reparar su base de concreto y se va reconstruir la cámara de quemado de gas», para estás obras, señaló Pacheco que se invertirá 150 millones de bolívares en una primera fase.
Fuente: Caraota Digital