EFE | LA PRENSA.- Los gremios de enfermeros de Venezuela sumaron cinco días continuos de protestas en demanda de mejoras salariales, en el marco de la severa crisis económica que padece el país y ante la ausencia de respuestas del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
“Hoy al quinto día del llamado y acatamiento a la paralización indefinida de los servicios de enfermería debo anunciarle al país que 25 establecimientos de salud del Distrito Capital acataron el llamado a paro”, dijo este viernes a la prensa la presidenta del Colegio de Enfermeros de Caracas, Ana Rosario Contreras.
En una rueda de prensa, informó que en una asamblea, en la que dijo participaron representantes de otros gremios, decidieron continuar con el “paro indefinido hasta tanto el Gobierno proceda a incorporar” a su representante legal “a las mesas (de trabajo de la Administración de Maduro) que se están realizando para la revisión de las tablas salariales”.
Según Contreras, al menos 20 estados de Venezuela se unieron hoy a la paralización de las actividades rutinarias propias de los enfermeros, pero, aclaró, se han atendido las emergencias y las urgencias, así como las inmunizaciones, debido a las epidemias que han surgido en el país, aunque no especificó cuáles.
Asimismo, la enfermera se dirigió al director de la Maternidad Concepción Palacios de Caracas, Alí Barrios, para advertirle que no busque “silenciar la voz de protesta del gremio” a través de los “colectivos” (grupos afines al Gobierno) porque de hacerlo será “el responsable” de que el centro “se quedé sin trabajadores”.
Contreras aseguró también que hoy, fin de mes, las enfermeras recibieron de pago 1.555.000 bolívares por el reglamentario bono de alimentación (entre 0,70 y 16 dólares según las tasas oficiales) y 1.200.000 bolívares por el salario base (entre 0,54 y 12,5 dólares).
“¿Quién puede mantener una familia?”, preguntó Contreras, pues la canasta alimentaria en Venezuela se ubica en 220 millones de bolívares (entre 100 y 2.291 dólares).
Aunque la demanda principal de los enfermeros durante esta semana de protestas son las mejoras salariales, tampoco dejan de denunciar los fallos que hay en las infraestructuras y equipos de los hospitales, así como la falta de medicinas y materiales médicos.
El Gobierno venezolano no se ha pronunciado por esta protesta, que se desarrolla al mismo tiempo de otra que adelantan los docentes universitarios por el mismo motivo: mayores ingresos ante el cada vez menor poder de compra del bolívar, del que se necesitan 96.000 o 2,2 millones, según la tasa de cambio que se use, para comprar apenas un dólar.
Sin embargo, el Gobierno sí ha declarado que revisa las tablas salariales de todos los empleados públicos, luego del aumento del salario mínimo de 103 % que decretó Maduro hace casi dos semanas, cuando lo ubicó en 5.196.000 bolívares (2,36 o 54 dólares).
Además, hace apenas cuatro días Maduro designó al médico fisiatra Carlos Alvarado como su nuevo ministro para la Salud, en sustitución de Luis López, quien estuvo al frente de la cartera desde mayo del pasado año y siempre negó la crisis del sector.
También hoy el diputado Armando Armas dijo que el paro de los gremios de enfermeros deja en evidencia “el gran fracaso de un sistema indolente y corrupto al cual no le importa la vida del pueblo”, en referencia al Gobierno de Maduro.
Según Armas, en el hospital Luis Razetti de Barcelona, el más grande del estado venezolano de Anzoátegui (noreste), más de 300 profesionales de la enfermería han dejado sus cargos debido a los bajos ingresos.
La profunda crisis económica que afecta a Venezuela genera semanalmente protestas de los distintos gremios, aunque el sector salud se ha vuelto el protagonista de estas manifestaciones en los últimos días ya que, además de la escasez de medicinas y materiales médicos, también se ven afectados por los bajos salarios.
En tanto que los profesores universitarios, que este viernes finalizaron un paro de 48 horas y se espera que pronto anuncien nuevas acciones, también han pedido medidas para atajar la hiperinflación, que ha pulverizado el poder de compra de los ciudadanos.