Maryerlin Villanueva | LA PRENSA DE LARA.- En más del 500 por ciento aumentó la demanda de oxígeno en los municipios José María Vargas, Seboruco, García de Hevia, Uribante y Jáuregui para tratar pacientes con sintomatología respiratoria asociada al covid-19.
Esta demanda, según explicó Carlos Delgado, vendedor de oxígeno en La Fría, se ha registrado en las últimas tres semanas de mayo y principios de junio.
«Desde el Día de las Madres las ventas de oxígeno se quintuplicaron, ya que anteriormente podía buscar el oxígeno en la distribuidora una vez a la semana y ahora voy cada tres o hasta cuatro días en 7 días».
De forma semanal, Delgado aseguró que podía llegar a alquilar hasta 30 cilindros que eran para talleres mecánicos y para otros usos, ahora el número supera los 150, los cuales van directo a hogares donde las personas se están cuidando por sintomatología asociadas al coronavirus.
«Desde hace varias semanas, la gente ha venido cuidándose en la casa y no en los hospitales, muchos porque temen ir o porque no los reciben porque están full las camas», expresó Delgado.
A la problemática se suma la falta de personal médico en los principales hospitales, pues afirmó que para nadie es un secreto que algunos centros de salud no cuentan con médicos y enfermeros para atender a los pacientes, quienes prefirieron renunciar ante bajos salarios que perciben por parte del gobierno Nacional.
«Los pacientes nos comentan que no se arriesgan a ir a los CDI porque temen complicaciones y no hay medicamentos, por lo que prefieren quedarse en sus casas, hacer el sacrificio de comprar las medicinas y el gas, y tratarse sin ningún problema», dice Delgado.
Problemas alternos
En la entidad se estima que hay más de 45 distribuidores de oxígeno, y cerca de 30 están en la ciudad de San Cristóbal, y el resto en los demás municipios, los cuales se han visto asfixiados por la gran demanda que está requiriendo este producto para tratar el coronavirus, según lo dijo el vendedor de oxígeno Delgado.
Para Delgado, el problema actual es precisamente la falta de bombonas en el país, ya que los comerciantes laboran con las que tienen en existencia. Hoy día en el mercado en dólares, uno nuevo puede llegar a costar entre 300 y 400, mientras que el regulador más de 100, además son pocos los que se consiguen ya que son artículos importados.
Los familiares de los pacientes deben pagar entre 30 y hasta 150 dólares por el servicio, de acuerdo al grado de intensidad en la que se presenta la enfermedad respiratoria.
Más complicación
A la hora de la compra de la bombona de oxígeno, los familiares de pacientes con covid-19 deben disponer de al menos $30 para pagar la recarga, monto que podría variar dependiendo de los metros cúbicos que requiera el paciente, manifestó Delgado que una bombona tiene seis metros cúbicos que equivalen a 6 mil litros, y su duración va a depender de acuerdo al grado de la enfermedad que tenga cada paciente.
En algunos casos, una persona puede requerir 3 litros por minuto, por lo que un cilindro en una hora gastará 180 litros, generando un uso de 30 horas. También, otros enfermos, cuyo estado es crítico, requieren mayores niveles de oxígeno, por lo que en un solo día pueden llegar a usar entre 4 y 5 cilindros.
Cuidado en casa El propietario de ABR Suministro y Servicios Médicos, Vinicio Guerrero, precisó que el repunte de casos en las últimas semanas disparó la demanda de oxígeno en dichas localidades, por lo que algunos establecimientos han tenido que hacer envíos de este insumo hacia estos sectores.
Sin embargo, su retorno es lento ya que si se moviliza hacia la zona norte, de montaña o frontera, el mismo no va a retornar el mismo día, por el contrario puede tardar hasta tres. Por el número de contagios, serían varios servicios los que se estarían prestando en una sola vivienda.
«Los pacientes optan por cuidarse en casa ya que la red hospitalaria está cubierta, otros lo hacen por temor a empeorar o porque saben que no hay médicos y enfermeros para atenderlos», dijo.
Para paliar esta situación, muchas personas han optado por pasar la cuarentena en el municipio San Cristóbal, esto gracias a que cuentan con familiares, quienes les han permitido hospedarse hasta tanto hayan superado la enfermedad.
Esta situación les daría mayor acceso a la compra de medicamentos en farmacias, también el alquiler del cilindro, pues el traslado hacia el interior es más costoso.
«Lo que no es rentable, pues como comerciantes es muy difícil enviar una bombona junto a los reguladores hacia zonas foráneas ya que podría perderse el producto, generando una pérdida bastante grande, por lo tanto se hace necesario que el cliente deje un depósito», precisó. Esto ha generado que comerciantes limiten su venta a zonas foráneas.
Mal manejo
La autoridad única en Salud, en el estado Táchira, Amelia Fressel, en las últimas semanas ha mostrado preocupación por los casos por covid-19 que se están tratando en los hogares de los tachirenses, ya que considera que se ha evidenciado el mal manejo.
«Es un número importante de casos el que tenemos, ya que hubo días donde no se reportaba ninguno; no obstante, hacemos un llamado a la conciencia porque hemos observado que cualquiera trata un paciente a domicilio, y están siendo mal manejados», dijo.
Dijo que quienes presenten síntomas deben hacerse la prueba y de acuerdo al resultado notificarlo al Área de Salud Rural Comunitaria, para que sea incluido en la morbilidad.
En el estado Táchira desde el pasado 24 de mayo no se ofrecen cifras oficiales de la situación del coronavirus. En esa fecha, según el reporte de la sala situacional en el estado Táchira habían 166 casos comunitarios.
Decretos especiales la relajación en cuanto a las medidas establecidas por la OMS, como el uso adecuado de la mascarilla, lavado de manos, y distanciamiento social hizo que se generara un aumento de contagio del coronavirus en localidades de montaña alta y zona norte de la región.
Esto prendió las alarmas en las autoridades, quienes se vieron obligados a emitir decretos especiales de cuarentena para mitigar la expansión del virus, entre ellos Seboruco y La Fría, donde fue establecido un horario para el comercio y la prohibición de aglomeraciones.
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