De acuerdo con el registro del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), la inflación de los alimentos en lo que va de año se ubica en 40%. Oscar Meza, PhD en Economía y director de esta organización, explicó que si se compara con años anteriores, la canasta alimentaria en el país ha ido disminuyendo, pero si se observa la inflación que registran países de Europa o Estados Unidos, que en el orden mundial ronda el 2,4 y 3% anual para alimentos, sigue siendo una de las más elevadas del mundo.
El Cendas informó que la canasta alimentaria familiar de julio se ubicó en 502.27 dólares. Con un salario mínimo de 130 bolívares ($3.5), una persona puede adquirir el 0,66% de esta canasta.
«Para cubrir el costo de la canasta alimentaria se necesitan 170 salarios mínimos o el equivalente a 18 dólares diarios para una familia de cinco miembros. La realidad es que la gente puede comprar lo mínimo a la espera de que salga algún bono del Gobierno. Este decreto de que las navidades comienzan el 1º de octubre, eso depende de que las personas tengan dinero para consumir. Esa es la razón por la que algunos precios se han contenido este año», explicó Meza.
Dólar devora canasta alimentaria
En los últimos meses ha habido una distorsión cambiaria. El tipo de cambio oficial ha aumentado desde el 2 de enero hasta la actualidad 2,27%, debido a que el Banco Central de Venezuela (BCV), a través de las intervenciones cambiarias cada semana ha mantenido anclado el precio del dólar oficial a 36.77 bolívares en promedio. Pero desde julio, existe una brecha cada vez más elevada entre el tipo de cambio paralelo y el oficial.
El dólar en el mercado negro cuesta 43.69 bolívares, 6.7 bolívares más caro que la tasa oficial. Entre ambos la brecha es 17,32%. Economistas explican que esta distorsión es perniciosa porque genera un efecto inflacionario en los precios de bienes y servicios fijados en dólares.
«La inflación en dólares está aumentando porque los comerciantes están obligados a cobrar a la tasa del BCV. Mientras aumenta más la brecha cambiaria los agentes económicos tienen que ajustar sus precios al dolar paralelo, que es el que mueve la economía. Cuando un comerciante se voltea a los proveedores, estos le van a cobrar al paralelo, o cuando vayan a reponer su mercancía van a pagar a un tipo de cambio más caro. No todo el mundo tiene acceso a las mesas de cambio del BCV. Es un tema de supervivencia más que de viveza criolla», indicó el economista Oscar Torrealba, investigador de Cedice Libertad.
Si los comerciantes no ajustan sus precios en dólares al paralelo se pueden descapitalizar cuando les toque hacer la reposición de su inventario.
Joaquín Áñez, presidente del Colegio de Economistas del estado Lara, informó que una de las razones por las que se da esta brecha en el mercado cambiario es porque el Gobierno cada vez se le hace más cuesta arriba inyectar divisas al sistema bancario para mantener artificialmente anclado el tipo de cambio. Eso tiene que ver con la crisis económica y política tras las elecciones, actualmente la producción petrolera sigue sin aumentar y el país se mantiene bajo sanciones de Estados Unidos que dificultan la exportación petrolera.
Áñez también señala que desde junio ha aumentado la demanda de divisas, porque los comerciantes requieren hacer las compras de los productos importados que demandará la población en diciembre. «El BCV tendrá que asumir tarde o temprano que el dólar oficial deberá ajustarse para lograr la paridad cambiaria o el punto de equilibrio, que en este momento se debería ubicar en 45 bolívares. Para que la inflación se mantenga controlada, la brecha entre los dos tipos de cambio que existen en Venezuela no debe ser mayor al 3%», precisó.