Luis Felipe Colmenárez | LA PRENSA de Lara.- Si bien cientos de expertos en todo el mundo han acotado que la cuarentena y mantener un distanciamiento social son la mejor vacuna contra el coronavirus, es necesario tener en cuenta otros factores que se ven influenciados ante la aplicación de las medidas.
Tal es el caso de las finanzas, y es que ante la paralización de industrias los ingresos de las personas se han visto dramáticamente limitados.
Ante ello, Consecomercio publicó una carta con la cual exponen la situación que se encuentran padeciendo las empresas venezolanas. Y es que a su juicio la coyuntura actual representa todo un desafío.
En el texto comentan que lejos de ser parte del problema, los comerciantes fungen como un instrumento para «paliar» la compleja situación que se vive en Venezuela, enfatizando que se erige como un «instrumento de cooperación voluntaria».
Asimismo, ratifican su compromiso con el país y se colocan a disposición de aquellos en aspiren trabajar por la recuperación de la nación.
Para ellos la situación del país se torna cuesta arriba pues según cifras oficiales la economía se contrajo entre los años 2013 y 2018, añadiendo que desde 2017 atraviesa un período hiperinflacionario, lo que provoca que autoridades presenten un margen limitado de maniobra.
En ese sentido mencionan que la acentuación de la escasez de combustible ha sido otra de las restricciones que se han presentado en la oferta de bienes básicos, resultando afectadas las cadenas de producción, distribución y comercio de productos de primera necesidad.
Alertan que los productores serían duramente golpeados pues perderían productos y cosechas, sin mencionar que los consumidores se encontrarían frente a una escasez de bienes básicos que al final generaría un incremento en la lista de precios.
«Hoy más que nunca debe reafirmarse la importancia del sector privado para contribuir al crecimiento de la economía venezolana, y para constituirse en un elemento fundamental para coadyuvar con el abastecimiento de la población» es parte de lo que reza el escrito.
Resaltan que los comerciantes se la han ingeniado para mantener a flote su cadena de valor, los puestos de trabajo de sus empleados, la provisión de servicios y objeto social.
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