Maryerlin Villanueva | LA PRENSA DE LARA.- Será para el próximo mes de febrero, la fecha pautada para el inicio de clases en la Universidad de Los Andes núcleo Táchira, donde se estima que mil estudiantes comiencen un nuevo año o semestre.
Omar Contreras, miembro de Apula, dijo que los docentes regresarán «con hambre» a impartir clases, ya que los salarios que aún siguen recibiendo, son insuficientes para cubrir la canasta alimentaria.
«Hay profesores que no están ganando ni siquiera un dólar, porque se hace imposible asumir una tarea tan importante como lo es la educación» dijo.
En la actualidad, un educador titular recibe un sueldo de 10 dólares mensuales, mientras que el instructor medio dólar.
«Vivimos en una situación de pobreza extrema, en la que se ve reflejada el hambre y miseria que están viviendo la gran familia universitaria», apuntó.
Indicó que esperan instrucciones por parte de las autoridades para conocer de qué forman se darán las clases en el nuevo calendario, bien sea presencial o virtual, sin embargo, advirtió que por el repunte del covid-19, lo más conveniente sería hacerlo online.
«De qué nos sirve arrancar las clases teniendo una baja en alimentación, y sin recursos que nos permita tener una vida donde haya alimentos, medicinas y recreación» apuntó Contreras.
Que inicien las clases
El coordinador del Movimiento 13 de la ULA, Gean Gallanti, destacó que se hace necesario iniciar las clases lo antes posible, pues los estudiantes han perdido tiempo y necesitan culminar sus estudios.
«Este año, hubo matriculación de nuevo ingreso, por lo que consideramos que hay controversia, ya que abren inscripciones, cuando ni siquiera estamos viendo clase los que estábamos inscritos» señaló.
Comentó que se debe establecer mecanismos para que los universitarios sigan con sus estudios así como han realizado algunas universidades privadas de la ciudad capital.
«Sabemos que la pandemia está bastante fuerte, pero es importante que se de inicio a las clases y así podamos beneficiarnos todos» agregó.
Fuente: LA PRENSA TACHIRA