Ha sido la salvación de los emprendedores en Venezuela, una plataforma para la consolidación de las startups (empresa emergente) más reconocidas surgidas en los últimos cinco años, y una revolución que ha cambiado el comportamiento del consumidor que ahora prefiere buscar información de marcas y productos, ver catálogos, comprar y pagar desde un dispositivo móvil o una computadora. El comercio electrónico o E-commerce es el único sector económico del país que no para de crecer desde la pandemia, aunque lo hace en la mayoría de los casos desde la informalidad y con enormes desafíos de ciberseguridad.
«En 2020 Venezuela se volcó a la actividad digital. Este sector creció 1.200% ese año. En 2021 crecimos el 2.000%; en 2022 fue 500% y cerramos 2023 con un crecimiento de 150%. En 2024 se proyecta que el sector va a aumentar por encima del 100%. Pero hay que destacar que estos números altos eran porque la base era cero. Venezuela tuvo un retraso importante y por eso ahora el repunte ha sido veloz», comunicó Richard Ujueta Contreras, presidente de la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico (Cavecom-e).
Desde 1996 hasta 2010, el país ocupó los primeros lugares de innovación y comercio electrónico en Latinoamérica. Un sector liderado desde siempre por Brasil, en el segundo lugar por Argentina y el tercer puesto lo tenía Venezuela. Pero eso cambió por la crisis económica y por políticas aplicadas por la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (Sudeban), que impedían a las entidades financieras utilizar botones de pago; es decir, un link para que los clientes vendieran o cobraran productos en línea.
«En esa época la Sudeban creó una campaña denominada ‘Conoce a tu Cliente’ que hablaba que los bancos no podían hacer operaciones si no conocían a sus usuarios, prácticamente eliminando lo que se denomina en estos términos operaciones en cuerpos no presentes u operaciones por internet», refirió Ujueta Contreras.
Aarón Olmos, economista del Iesa, indicó que Venezuela comenzó a tener grandes experiencias de comercio electrónico cuando apareció en 2008 Mercado Libre, una empresa argentina con presencia en 18 países. «El comercio electrónico de Mercado Libre para Venezuela fue el espacio en donde la gente colocaba avisos vendiendo algún producto y las condiciones de pago. Luego incorporan el método de pago directo en la plataforma que hizo que el proceso de compra fuese más rápido y el dinero estuviera resguardado», recordó.
De 2010 a 2017, cuando el país vivió la temporada más fuerte de escasez de insumos de primera necesidad, de medicamentos y bolívares en efectivo, plataformas digitales como Mercado Libre y redes sociales como Facebook con Marketplace, Instagram y WhatsApp con los chats vecinales se convirtieron en canales para que las personas pudieran encontrar productos o paliar la crisis de liquidez en físico, aunque muchos no estuvieron exentos de estafas, porque se hacían de manera muy informal.
En 2017 surgió Pago Móvil, una herramienta que nació en Venezuela y que permitió hacer pagos a distancia de manera sencilla y rápida, donde se refugiaron muchas bodeguitas en las zonas populares del país y buhoneros para existir y llevar el sustento diario a sus hogares.
Desde la pandemia, Richard Ujueta explicó que hubo una tendencia mundial de crecimiento del comercio electrónico. En Venezuela surgió el delivery. «El comercio electrónico resolvió un problema importante de un sector como los motorizados. Hoy hay 300 mil motorizados incorporados al delivery en el país», destacó. Incluso, al incorporar este servicio, negocios tradicionales como restaurantes o tiendas físicas han logrado subsistir.
Grandes desafíos del comercio electrónico
Venezuela es el país del hemisferio con mayor crecimiento de comercio electrónico, pero informal. Así lo señaló Richard Ujueta, presidente de Cavecom-e. «Tenemos el comercio vecinal más grande de la región, cada persona en este país tiene por lo menos tres o cuatro comunidades de venta en línea y de chat comunal donde se transa. Y cabe destacar que ahora 95% de los pagos se hacen en bolívares y 5% en divisas, y el canal más expedito para realizarlos es el comercio electrónico», comunicó.
Entre los retos que tiene el sector es que la mayoría de los negocios que se valen de las plataformas digitales se formalicen y se permita la factura electrónica, que registre de manera dinámica tanto el libro de compra como de venta en formato de Lenguaje de Marcado Extensible (XML).
«Desde 2014 trabajamos con el Seniat para que se cree la factura electrónica. Se implementó la factura descentralizada, que permitió a imprentas hacer facturas digitales, pero estas sólo registran el libro de ventas», comentó. En la actualidad, algunas empresas inmediatamente cuando el cliente hace el pago digital envían una factura al correo electrónico, como es el caso de plataformas como Yummy, Cashea o instituciones públicas, como Corpoelec y Cantv.
«La mayoría de los negocios de comercio electrónico en el país no son empresas constituidas, no emiten factura, no pagan impuestos y el Seniat no sabe si cobran en divisas, si cobran el IVA, no tienen manera de saber si hubo un hecho comercial. Y esto ocurre porque registrar un negocio en Venezuela puede tardar 200 días y requiere de un capital importante», explicó Aarón Olmos, economista.
Ujueta informó que presentaron ante la Asamblea Nacional un Proyecto de Ley de Comercio Electrónico para que el sector sea más formal.