José Manuel Chacón | LA PRENSA DE LARA.- 2.300 personas han acudido a consultas psiquiátricas en los primeros cinco meses y medio del año 2021 al Hospital Central de San Cristóbal en Táchira, 15% de estos ciudadanos han presentado cuadros de ansiedad y depresión luego de haber superado el COVID-19.
Así lo informó el Doctor José Abel Colmenares, jefe del servicio de psiquiatría y la Unidad de Pacientes Agudos (UPA) del primer centro asistencial, resaltando se está funcionando a media máquina debido a la escasez de personal de enfermería «Solo estamos recibiendo 8 pacientes en hospitalización, porque no contamos con buen número de enfermeros, la capacidad máxima de la unidad es para atender 30 personas», indicó.
Son 1.150 personas las que han buscado ayuda profesional por exteriorizar ansiedad y depresión, 345 de ellas, lo han hecho luego de haber superado los embates del COVID-19 destacó el especialista Colmenares.
Señaló además el galeno que la falta de medicamentos y alimentación en UPA, también infiere en los pacientes a recibir, debido a las limitaciones que se viven actualmente, sobrellevando el servicio gracias al apoyo de donaciones realizadas por fundaciones, empresas privadas y familiares de los pacientes recluidos.
En tanto, los pacientes por adicciones han representado un 15% de los atendidos, al igual que por trastorno de pánico y trastorno bipolar, mientras por la patología de esquizofrenia se ha acercado el 5%, es decir 115 personas.
Aunque no existe una data específica del año 2020, debido a los múltiples enfoques en atender la pandemia y el éxodo de personal médico y de enfermería en el Táchira, se pudo conocer esta cifra ha ido en aumento desde que inició el 2021.
Sin registro sanitario
Liz Flores, jefa de la coordinación de salud mental de Corposalud, indicó la oficina regional no posee una estadística precisa durante el último año, debido a las múltiples deficiencias de personal «La lista de consultas atendidas se entrega directamente al Ministerio de Salud en Caracas, nosotros atendemos 10 pacientes cada dos semanas», detalló.
Flores agregó actualmente se está presentando ansiedad en personas que han superado el COVID-19 por tres factores, el primero de ellos el miedo a contagiarse de nuevo y morir, el segundo radica en infectar a un familiar y el tercero en ver morir a un allegado a causa del Coronavirus.
La corporación de salud estadal se encuentra atendiendo personas con estas patologías en los distritos sanitarios de Táriba, Rubio, Puente Real y Cotatur, en aras de mejorar las condiciones de vida de quienes ya han descollado las arremetidas del COVID-19.
Puntualizó Flores la primera recomendación para estos ciudadanos está en no ver temas relacionados al virus «Les aconsejamos no vean noticias sobre COVID-19, para evitar una alteración en el sistema nervioso que les produzca temblor, adormecimiento y dificultad para respirar, y así evitar un colapso del paciente», apuntó.
Para Sonia Maldonado, directora de la clínica de reposo mental Virgen de Coromoto, lo esencial en personas con padecimientos psiquiátricos radica en no discriminar a estos pacientes, sino por el contrario prestar ayuda y colaboración para que puedan superar las crisis que puedan presentar.
«La hospitalización se ha reducido durante el último año, los familiares prefieren tener al paciente en su casa con tratamiento, las unidades públicas no cuentan con la cantidad de personal requerida para atender a los confinados, por lo que se busca atender de manera multidisciplinaria para que la persona pueda seguir su vida normal en la medida de lo posible», explicó la psicóloga Maldonado.
En el caso de los pacientes que han ganado la batalla frente al COVID-19, advirtió la especialista se debe tener cuidado, pues mientras no culmine la pandemia, la mayoría están susceptibles a presentar ansiedad, provocado en primera instancia por la saturación de información y desinformación que se genera sobre el virus en cada hora del día.
Apuntó Maldonado siempre se debe estar alertas cuando alguien de la familia comienza a mostrarse diferente «Cuando una persona está inquieta y cambia su ritmo de un momento a otro sin razón alguna, con sus nervios alterados, es un momento de buscar ayuda y atacar para evitar una crisis que conlleve a la ansiedad, depresión o trastorno bipolar», señaló.
La psiquiatra Carla Monsalve, afirmó durante el último año las consultas en la unidad de triaje de psiquiatría del Hospital Central, han sido en la atención de tipo afectivo, recibiendo personas con ansiedad y depresión, esto debido al temor por infección de COVID-19.
«Este fenómeno ha ido en aumento, ya que la salud mental ha sido mermada con todas las vicisitudes del país; la pandemia con el aislamiento social y las medidas de bioseguridad suponen mayor presión para algunas personas, donde no se logran adaptar y adoptar en estos ajustes, que no permiten sobrepasar su ritmo normal», apuntó la psiquiatra.
Para Monsalve es elemental cuidar la salud mental, pues de ella depende el buen desenvolvimiento de cualquier persona en todos los contextos de la vida, razón por la que se debe prestar mejor y mayor atención en lo individual y colectivo, ya que sin salud mental no hay buena salud.
En 2018, cerró las puertas el Instituto Psiquiátrico «Dr. Raúl Castillo» de Peribeca, centro de salud mental que atendía al menos 70 pacientes con patologías de afectaciones a la salud mental.
La unidad de triaje de psiquiatría del Hospital Central de San Cristóbal, ofrece de lunes a viernes los servicios de consulta en horario desde las 8:30am hasta las 10:00am.
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