La Academia Nacional de Medicina expresa su preocupación por las bajas tasas de vacunación en Venezuela
Redacción | LA PRENSA DE LARA.- La Academia Nacional de Medicina de Venezuela (ANM) reiteró este lunes su preocupación por las bajas tasas de cobertura de vacunación entre los niños, adolescentes y bebés del país. Según un informe reciente de UNICEF, casi tres de cada cuatro bebés en todo el mundo viven en países donde la cobertura de vacunación inadecuada ya ha desencadenado brotes de sarampión.
En 2023, Venezuela ocupó el puesto número 1 entre 33 países con la cobertura más baja de la primera dosis contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP1). También se ubicó entre los 10 países con mayor número de niños con cero dosis. Venezuela está clasificado como un país de «contexto frágil» con baja cobertura de DTP, junto a naciones como Etiopía, Nigeria, Yemen, Afganistán y Sudán, informó la Academia Nacional de Medicina a través de un comunicado.
Las tasas de vacunación mundial para la primera dosis de la vacuna contra el sarampión alcanzaron solo el 83% en 2023, mientras que la cobertura para la segunda dosis aumentó a solo el 74%. En Venezuela, la segunda dosis de vacunas que contienen sarampión apenas alcanzó el 40%. Esta cifra está muy lejos del umbral de cobertura del 95% necesario para prevenir brotes, evitar muertes innecesarias relacionadas con el sarampión y alcanzar los objetivos de eliminación del sarampión, alertó la ANM.
La cobertura de la vacuna contra el VPH en Venezuela sigue siendo una deuda social significativa, ya que la vacuna no se ha incluido en el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI). Las últimas estimaciones destacan la necesidad urgente de acelerar los esfuerzos para alcanzar los objetivos de la Agenda de Inmunización 2030, que pide alcanzar una cobertura del 90-95% y reducir el número de niños con «cero dosis» en todo el mundo a menos de 6,5 millones para el año 2030.
La ANM insta a las autoridades sanitarias venezolanas a aumentar la inversión en medidas preventivas, particularmente en los programas de inmunización infantil y adulta. La academia apuntó la necesidad de restaurar prácticas de inmunización sólidas, adquirir vacunas de alta calidad en cantidades suficientes de manera continua y llegar a al menos el 95% de la población susceptible de ser vacunada.