Ana Uzcátegui/Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La detención de 19 funcionarios del Gobierno, entre ellos el superintendente nacional de Criptoactivos, Joselit Ramírez, dos jueces, el alcalde de Santos Michelena, dos militares, un diputado nacional, un exgobernador de Sucre y dos inversionistas del área de construcción y minería por haber sido acusados de ser responsables del presunto robo de 3.000 millones de dólares de cuentas por cobrar en Pdvsa encendió las alarmas del país y dejó boquiabierto a más de uno. Más cuando tal escándalo provocó la renuncia de Tareck El Aissami, quien fue ministro de Petróleo desde 2020, pieza clave de la Revolución Bolivariana y un actor importante en la venta de crudo venezolano, evadiendo sanciones internacionales.
Desde exfiscales del Ministerio Público, periodistas de investigación, politólogos y defensores de DD. HH. consideran que la cifra que revela la Fiscalía General de 3.000 millones de dólares robados a Pdvsa en esta nueva «operación contra la corrupción» del Gobierno es escandalosa y hubiese podido solucionar parte de la emergencia humanitaria. Pero todos coinciden que la cifra apenas puede ser la punta del iceberg de un desfalco que podría rondar entre los 300 mil y 600 mil millones de dólares ocurrido en los últimos 20 añ;os. Aunque advierten que científicamente el robo no puede ser cuantificado porque el Ejecutivo nacional dejó de publicar cifras del presupuesto público, del gasto de la nación, de las ventas del petróleo y de los pagos de las exportaciones.
«Es inauditable el robo que se le ha hecho a la estatal petrolera, porque bastante se ha encargado el régimen venezolano de ocultar información oficial, de maquillar cifras, de ocultar informes, de alterar información», exclamó Sebastiana Barráez, periodista especializada en la fuente militar.
El exfiscal del Ministerio Público, Zair Mundaray, explicó que el desvío de fondos de las cuentas de Pdvsa se dio porque los pagos del petróleo se hicieron en criptoactivos. Una práctica implementada desde 2021, cuando se creó la Ley Antibloqueo para evadir sanciones de EE. UU.
«El sistema está hecho para que tú te puedas robar el dinero y no se sepa a dónde llegó porque utiliza fórmulas como criptoactivos que no tienen ningún tipo de control después que el dinero ingresa. Esos criptoactivos que son pagados es muy difícil hacerle seguimiento. Es muy fácil también robárselos, es muy fácil que cambien de manos sin que deje una trazabilidad a órganos como la Contraloría o el Ministerio Público», detalló.
Presume que este robo comenzó a revelarse el día que se hizo el cambio de directiva de Pdvsa y se designó como presidente al coronel, Pedro Tellechea, ahora ministro de Petróleo. «Me dicen fuentes de la estatal que lo que hicieron fue un arqueo de cuentas por cobrar. Llamaron a los deudores para que pagaran y estos dijeron ya yo pagué en criptoactivos y cuando van a la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip), se dan cuenta que esos criptoactivos se los robaron. Se prende una gran alarma porque están dejando al Estado prácticamente vacío», destacó.
Nicmer Evans, politólogo y fundador del Movimiento por la Democracia, comentó que desde 2013 empezaron las denuncias con descuadres en la caja de Pdvsa de un estimado de $8 mil millones, información de la que se han enterado por filtración de información de Pdvsa. Alega que hace una década el desfalco se calculaba en unos 350 mil millones de dólares.
Detalla que el grueso del desfalco en ese añ;o era producto del control cambiario. La fuga de capitales se generaba por todo el dinero que pasaba por el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) o Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi).
Considera que se trata de un dañ;o que ha sido progresivo y que es el responsable de la caída del 80% del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela. Investigaciones que ha hecho este movimiento político, calcula que la fuga de capitales puede superar hoy los $650 mil millones, aunque no ha habido juicios ni pruebas en el país para investigarla.
Más detalles de esta información en nuestra edición impresa de este viernes, 24 de marzo.
