Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La meta del gobierno es asegurar más ingresos a través de la recaudación de impuestos, pero se ignora el ajuste del salario mínimo y la retribución en calidad de servicios. Así consideran economistas acerca del incremento a 2.150% de la Unidad Tributaria (UT) que pasó de Bs. 0.4 a Bs. 9 prescrita al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat).
Para el economista, Jhon Cisneros, el reajuste tiene un impacto significativo sobre las recaudaciones y retenciones. Una manera de percibir ingresos, pero que debería controlar la base inflacionaria y hasta contrarrestar el reciente aumento de las bonificaciones a trabajadores.
Pero el valor de la UT quedará rezagado al no tomar en cuenta la inflación, tal como lo estipula el Código Orgánico Tributario y que anteriormente permitía hacer proyecciones, ajustándose a la planificación. El mayor peso se fija en el Impuesto Sobre La Renta (ISLR) y las multas que fija el Seniat.
«Se ha vuelto repetitivo cargarle al venezolano con impuestos, pero es una carga fiscal que no se traduce en beneficios«, señala el economista, Dilio Hernández, cuando no se aumentaron los salarios y ante la falta de garantía de calidad en los servicios públicos. Rechaza que personas naturales y jurídicas terminen pagando más, debido a la brecha entre el incremento y la inflación.
Considera que son aumentos que expanden el tributo a más población y que dejan ver el doble propósito gubernamental con una especie de distorsión fiscal, al establecer la moneda nacional para pagar al Seniat, mientras a otros en petro.