El principal factor es el precio de las semillas que se han puesto cuesta arriba
Jhonny Pérez | LA PRENSA DE LARA. – Los productores del municipio Jiménez se han visto en la necesidad de dejar de producir hortalizas para migrar a la producción de frutas por los altos costos y las pocas ganancias que perciben dejando de sembrar rubros como la papa, el tomate y el pimentón para producir lechoza, parchita, cambur, melón y plátano.
El principal factor es el precio de las semillas que se han puesto cuesta arriba para los agricultores en primer lugar porque la semilla, no la plántula, es importada, traída de países como Canadá, Colombia y Centro América y ya los distribuidores no los traen.
Argenis Manzi, productor de la zona sostiene que la migración al campo de las frutas se da porque les es más rentable sembrar y cosechar estos productos que seguir preparando las tierras para trabajar a pérdidas porque al momento de vender al mercado el precio no es el que se estima al inicio de cada siembra.
«Simplemente si seguíamos produciendo hortalizas íbamos a terminar en una quiebra total, y no es una decisión que se tomó ahora, fue algo que llevamos realizando desde hace unos dos años para tener algo que producir» destacó Manzí.
El productor, quien es además el representante del gremio en el municipio destacó que en las recientes cosechas de cilantro, les tocó vender siete kilogramos de cilantro a 20 bolívares aún cuando el dinero que han invertido en el campo asciende los 500$.
«Estadísticamente hablando hemos caído en un 30% a comparación del año pasado cuando para estas fechas estábamos en 40% de la producción y teníamos de todo un poco, unas extensiones de papa, otras de aliños, otras de tomate, pero desde el último trimestre del 2023 para acá ha sido casi imposible recuperarnos» detalló Argenis Manzí.
Arriendan
La realidad que atraviesan los agricultores les ha llevado a arrendar sus parcelas para que, la entrada que obtienen de esos arriendo inyectárselos a las pocas siembras que tienen, pedro pineda agricultor ha explicado que de cinco hectáreas que eran labradas han tenido que por lo menos arrendar dos para tener ingresos sólidos.
«Aquí tenemos que hacer frente a la situación porque hemos vivido por años de la agricultura, pero ante la falta de semillas, los altos costos que se tienen para la producción que pasan de los 800$ y el poco dinero que retorna a nosotros unos 300$ nos hace arrendar las parcelas cobrando un precio más un porcentaje de lo que se produzca y así estamos todos aquí» soltó Pineda.
Los agricultores destacan que a parte de las frutas que han tenido que sembrar, la siembra de café, cúrcuma y jengibre también forma parte de la lista de rubros que se cultivan ya que el crecimiento en el mercado es poco pero bastante estable capaz de recuperar lo invertido durante todo el proceso agrícola que va desde la preparación de tierras hasta la cosecha.