AFP | LA PRENSA DE LARA.- Una inspección de rutina: el motivo es el mismo en cada retén que para a Ender Gómez en los 900 km de ruta hasta Caracas. Es un martirio para este y otros productores agrícolas venezolanos, que denuncian ser blanco de extorsión policial.
Esta práctica continuada por parte de policías o militares se ha denunciado por más de una década, y afecta a todo el transporte de carga, además de autos particulares y buses de pasajeros.
Ender parte cada semana en su camión desde La Grita, estado Táchira, hasta Caracas cargado con 20 toneladas de hortalizas y frutas.
En el camino le esperan carreteras en mal estado, escasez de combustible –aún crítica sobre todo en provincia– y decenas de puestos policiales, que sabe pueden detenerlo por horas para revisar su carga y documentos con la finalidad, asegura, de obtener un soborno.
«Es una odisea», dice a la AFP este «feriero», como se llama a los comerciantes que compran en los campos para luego vender en las ciudades.
Tiene un puesto en un mercado en un barrio acomodado de Caracas que opera los lunes. Acostumbra a salir los sábados en la tarde para llegar el domingo a mediodía. La última vez que detuvieron la carga, recuerda, demoró dos horas más en llegar.
Los oficiales «nos destaparon la carga y bueno, fue pelear con ellos por tener el carro detenido y a la carga le daba sol», recuerda este hombre que lleva 30 de sus 48 añ;os dedicándose a este oficio. Buscan «sacarle a uno el dinero, pero al final hay que aguantarse porque si se empieza a dejar [dinero a los policías] se acostumbran y después llegamos aquí a Caracas y la ganancia se la han dejado a ellos en el camino».
La batalla no siempre se gana, Ender ha pagado y dejado parte de su mercancía en algún puesto para poder seguir.
«Los ferieros en cada alcabala [retén] tienen que dejar un mercado», lamenta por su parte el productor Ramón Alirio Zamabrano, en su pequeñ;a finca en La Grita. «Se les deja mercancía que es barata como es repollo, lechuga… Ahí dicen ‘no somos morrocoyes’ [tortugas], y hay que bajarles tomate, papa, lo más caro que lleva el vehículo».
– «Cultura» de extorsión –
Expertos en seguridad coinciden en que la extorsión policial está relacionada a los bajos salarios que perciben estos funcionarios, que por mucho tiempo no llegaban a 30 dólares. Hoy, tras un aumento de 1.700% decretado por el gobierno, un oficial recién graduado de la Policía Nacional gana el equivalente a 114 dólares.
La fiscalía ha anunciado por su parte acciones para contrarrestar este tipo de situaciones, e incluso, el propio presidente Nicolás Maduro ordenó en julio pasado «eliminar las al