Este martes 1ero de octubre un grupo de adultos mayores se concentraron frente a la sede de la ONU en Caracas, para exigir al Gobierno nacional que establezca un verdadero plan de seguridad para los adultos mayores en Venezuela.
Durante la concentración, representantes sindicales leyeron un documento en el cual explican que los adultos mayores en el país viven “una condena a muerte”, al no contar con ingresos suficientes para adquirir la canasta básica de alimentación, que según el Cendas, se ubica en 539 dólares y mucho menos para la compra de medicinas.
“Es necesario la incorporación de dicha población a planes de acceso de alimentación, vivienda, atención médica y farmacéutica, además de proveer de ingresos suficientes y programas de auto sostenimiento», se escucha en un video publicado por la ONG Provea en sus redes sociales.
En mayo más de un centenar de adultos mayores también tomaron las calles de Caracas contra lo que consideran una «pensión de hambre», en alusión al pago establecido por el Gobierno equivalente a algo menos de cuatro dólares mensuales, y para exigir una «vejez digna», que incluya una mejor atención sanitaria.
Para ese momento, en la celebración del Día Nacional del Adulto Mayor, se concentraron frente a las sedes de la Fiscalía y de la Contraloría General, donde corearon consignas contra el Gobierno de Nicolás Maduro y denunciaron la violación del apartado constitucional que establece el derecho de esta población a una vida digna.
Adultos mayores en crisis
Según la ONG Convite, el 26% de los adultos mayores en Venezuela consume solamente dos comidas al día. Esta estadística parte de una consulta realizada en 2023 a 1535 personas de 19 ciudades del país, quienes develaron que sólo consumen 2 comidas al día por el bajo ingreso que tienen los abuelos. La ONG estima que los adultos mayores devengan entre 30 y $50 mensual para distribuir entre alimentos y medicinas.
Yannireth Fernández, coordinadora de investigación de esta organización, dijo que a pesar de que la alimentación es una prioridad, otras necesidades se presentan en el camino, como medicamentos, pagos de servicio como el agua y en algunos casos manutención de nietos u otros familiares.
«Existe una mejoría en comparación con el año anterior, pues el 59% de la población cumple sus tres comidas, y el porcentaje restante, que come menos, vive en las zonas de mayor vulnerabilidad, como campos y barriadas» explicó.