EFE | LA PRENSA.- Trump volvió el sábado en la noche de una gira de nueve días por Medio Oriente y Europa, en un momento en el que la prensa estadounidense realizaba nuevas revelaciones sobre los contactos entre su yerno Jared Kushner con Rusia en diciembre último.
Según esas revelaciones, Kushner quiso establecer un canal secreto de comunicación con el Kremlin con el propósito de eludir las vías de comunicación tradicionales entre los dos países.
“Mi opinión es que muchas fugas son mentiras fabricadas por los medios, ‘fake news’ (falsas noticias)”, tuiteó Trump ayer. Cada vez que los medios mencionan fuentes anónimas es muy posible que no existan fuentes, sino que son inventadas por los periodistas, ‘fake news”, agregó.
Las revelaciones sobre Kushner, uno de los más estrechos asesores de Trump en la Casa Blanca, son las últimas de una larga sucesión de fugas sobre los contactos entre el entorno del presidente y Rusia durante la campaña electoral y en las semanas posteriores a su victoria el 8 de noviembre.
Empresario convertido en asesor presidencial, Kushner, de 36 años de edad, es el marido de Ivanka Trump, hija del presidente y ella misma asesora en la Casa Blanca.
Con la apariencia de un hombre sabio, a menudo fotografiado de la mano con Ivanka, Kushner jamás habla en público. Pero su influencia sobre Trump es enorme.
La catarata de revelaciones sobre los vínculos entre el equipo de Trump y Rusia llega ahora al círculo más íntimo del presidente estadounidense.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos están persuadidas de que Rusia intentó influir en las elecciones en perjuicio de la candidata demócrata Hillary Clinton, sobre todo pirateando correos electrónicos de su director de campaña.
El FBI y dos comisiones del Congreso investigan si el entorno de Trump se puso de acuerdo con Moscú para hacerlo.