Entre este lunes 13 y martes 14 de abril en Irak, una fuerte y densa tormenta de arena ha cubierto gran parte del territorio nacional, pintando el cielo de color naranja intenso y trayendo como consecuencia una notable reducción de la visibilidad a niveles casi nulos.
Las ciudades de Nayaf, Bagdad, Karbala y Mosul, se han visto fuertemente afectadas por esta gigante nube de polvo, que ha causado una grave situación de colapso en los servicios sanitarios por la gran cantidad de personas que presentan dificultades respiratorias.


Irak presenta fuertes consecuencias ante la tormenta de arena.
El Ministerio de Salud de Irak reportó que el balance de las personas hospitalizadas supera las 3.700 y cientos han presentado síntomas de asfixia, aunque muchos de estos pacientes ya fueron dados de alta luego de recibir atención en salas de emergencia que fueron habilitadas.
La provincia más afectada ha sido Basora, que registra unos 1.041 casos, seguida de Muthana que presenta 874, Maysan tiene 628 y Nayaf registra 451 casos. Además, el personal sanitario que ha sido desplazado a otras zonas reporta que en otras provincias menores, como Diwaniyah, se suman unos 322 pacientes atendidos y otos 530 casos en Dhi Qar.


Las autoridades sanitarias activaron protocolos de alerta en hospitales ante esta emergencia e iniciaron el proceso de distribución masiva de mascarillas para las zonas que se han visto más afectadas. Asimismo, suspendieron clases en centros educativos y las operaciones en los aeropuertos internacionales de Nayaf y Basora fueron detenidas temporalmente a causa de la falta de visibilidad.
En Irak, este tipo de tormentas de arena son cada vez más frecuentes en los más recientes años. Se ven incrementadas en intensidad y consecuencias por la desertificación, la deforestación y el cambio climático, lo que trae grandes preocupaciones por el impacto que pueden tener a nivel de infraestructura nacional y principalmente en la salud de sus habitantes.