Agencias | LA PRENSA DE LARA.- El equipo de rescate marroquíes sacó al pequeñ;o Rayan, de cinco añ;os, del fondo del pozo en el que llevaba cinco días, sin que por el momento se sepa su estado de salud.
El niñ;o fue sacado urgentemente del agujero perforado e ingresado en una ambulancia que aguardaba en el lugar en medio de un gran despliegue de seguridad.
Los efectivos de rescate lograron llegar hasta el fondo del pozo de 32 metros donde se encontraba Rayan después de excavar esta profundidad siguiendo una técnica de perforación vertical y después horizontal.
Los técnicos marroquíes acabaron la última fase de excavación horizontal para llegar al pequeñ;o dando paso a un equipo de rescatistas que entró en el túnel para sacarlo, según pudo comprobar Efe en el lugar.
Un equipo médico entró con una camilla en el túnel donde han permanecido más de una hora dentro ante la máxima expectación de cientos de ciudadanos y muchos periodistas presentes en el lugar.
Y cerca del pozo se encontraba una ambulancia equipada con los padres de Rayan dentro.
En la zona se desplegó un amplio dispositivo de seguridad y varios técnicos, y efectivos de la Protección Civil, Ingeniería Civil, expertos en Topografía, además de efectivos de la Gendarmería Real y las Fuerzas Auxiliares que formaron una barrera de seguridad para evitar el acercamiento de los ciudadanos al lugar de rescate.
«Hay que tratar estos últimos 70 u 80 centímetros con toda precisión, tecnicismo y profesionalidad; y eso requiere mucho tiempo, esos últimos centímetros son lo más difícil e importante en esta operación», explicó a la prensa en el lugar el portavoz del comité de vigilancia y seguimiento de rescate, Abdelhadi Tamrani.
Añ;adió que los efectivos marroquíes también están evacuando los desmontes de tierra que se acumula en el agujero.
Fuentes de las autoridades locales precisaron a Efe que las operaciones en esta fase son manuales y avanzan con gran prudencia para evitar vibraciones que pueden causar derrumbes.
Rayan cayó el pasado martes en un pozo estrecho de 32 metros de profundidad en la localidad norteñ;a de Ighran.
Fuente: EFE / El Mundo